"Descubrimos que tenemos muchos amigos en Chile"
—Embajador, ¿cómo describiría a Israel de cara a Iom Haatzmaut, los 77 años de independencia?“Cualquiera que conozca Israel sabe que en una semana ocurren cosas suficientes para llenar un año entero. Hoy, con la guerra y todo lo que ha pasado, la situación sigue siendo intensa. Sin embargo, también es un momento de importantes avances en varios ámbitos.La situación actual de Israel es algo que nadie habría imaginado hace uno, diez o setenta años. Si analizamos tema por tema, la realidad es notable.Desde el punto de vista geoestratégico, Israel se encuentra en una de sus posiciones más sólidas en décadas. El “anillo de fuego” que Irán construyó durante más de 40 años ha sido desmantelado en gran parte en apenas unos meses. Me refiero al debilitamiento de Hezbolá, la caída del ejército sirio, y la eliminación casi total de las capacidades ofensivas de Hamás. Irán, que nos ha considerado su principal enemigo, hoy está más débil que nunca: militar y económicamente, así como en su capacidad de influir en la región.En términos económicos, a pesar de más de un año y medio de guerra, Israel sigue muy fuerte. Nuestro PIB per cápita supera los 54.000 dólares, por encima de muchos países europeos. La “startup nation” está más viva que nunca: hace solo dos meses, Google hizo la mayor adquisición de su historia al comprar WIZ, una startup israelí de solo cuatro años, por 32.000 millones de dólares. Apple, Google, Facebook, y otras 400 multinacionales, están en Israel por el talento de los israelíes.Asimismo, la sociedad israelí es otra de nuestras grandes fortalezas. Un periodista chileno que volvió recientemente de Israel me dijo: “Sí, hay diferencias entre los grupos, pero hay un propósito común”. Vemos cohesión entre judíos y árabes, drusos, religiosos y laicos. A pesar de las diferencias, compartimos un sentido de nación y de propósito colectivo que nos permite enfrentar juntos los desafíos”.—Y mientras tanto, la vida cotidiana continúa. ¿Cómo logran vivir así en medio de una guerra?“Es una pregunta muy válida. Estuve en Israel en julio pasado, en plena guerra, junto a mi esposa y mis hijos. Pasamos un mes maravilloso. Aunque hay amenazas, el sentido de pertenencia y convicción es fuerte. Sabemos que Israel es nuestro único hogar. Durante siglos, los judíos vivieron como ciudadanos de segunda o tercera categoría, dependiendo de la benevolencia de otros. Hoy, con un Estado propio, podemos protegernos y defendernos. Antes fueron los romanos, los persas, los nazis… hoy, nuevamente los persas —los iraníes—, pero ahora tenemos cómo enfrentarlos”.—¿Qué se lleva de Chile?“Nos encanta Chile. Nos encanta Santiago. Mi familia y yo estamos profundamente agradecidos con la comunidad judía y con todos los chilenos. Hicimos muchos amigos, también fuera de la comunidad judía. Desde un punto de vista político fue un periodo desafiante, sí, pero muy enriquecedor.Quiero agradecer especialmente a todos los miembros de la comunidad judía: desde la CJCh hasta las distintas organizaciones. En eventos y encuentros sentimos su apoyo constante. También viví momentos muy valiosos fuera de la comunidad, en el norte, en el sur, en distintos rincones del país. Y descubrí algo muy importante: Israel tiene muchos amigos en Chile, en todos los sectores. Muchos más amigos que detractores. Eso nos llena de esperanza para el futuro de nuestra relación bilateral”.—¿Qué mensaje le deja al próximo embajador? ¿Cómo será su “inducción”?“Le diré lo más importante: en Chile tenemos muchísimos amigos, en la academia, en el mundo cultural, empresarial, en todos los ámbitos. Hay una enorme sinergia entre nuestros países.Parafraseando al expresidente Sebastián Piñera, cuando estuvo en Israel: “Estoy seguro de que los aspectos más inspiradores de nuestra relación aún estar por venir. La sinergia entre Israel y Chile es muy, pero muy poderosa”. Cada embajador entrega su grano de arena, y ahora me toca pasar la posta. Estoy seguro de que quien me suceda seguirá este camino de profundizar y fortalecer nuestras relaciones”.