publicado 10 Noviembre 2023
“Uno de los desafíos más grandes que tendremos es el de la rehabilitación de un país entero, de miles y miles de persona”
El pasado 7 de octubre, Jorge Diner, Director General de Hadassah Internacional, estaba hospitalizado en uno de los dos centros de salud -Ein Kerem y Mount Scopus- de esta institución pública de salud. Cuando se desató la tragedia, el ataque con misiles y el pogrom llevado a cabo por Hamás, fue testigo presencial de cómo Hadassah se desplegó para atender a la emergencia. Desde su rol, nos comenta sobre los desafíos que han enfrentado en este mes, y de cómo poder ayudar en los que vienen.Jorge, para ti, en lo profesional y también personal, ¿cómo ha sido este mes?-Bueno, vamos a empezar con el nivel personal. A mí el sábado 7 de octubre me encontró como paciente en Hadassah, por lo que mi primera experiencia fue estando dentro del hospital, con ropa de paciente, internado en el piso 12 de torre Davidson. Ese día, por ser sábado, el hospital funciona solo para emergencias, y llegaron a primera hora setenta personas al hospital. Yo lo vi por la ventana de mi cuarto, donde yo estaba internado, pasaba uno atrás del otro. Por otro lado, también entendiendo la complejidad que tiene para la gente que está enferma, no por la guerra, sino la gente enferma por temas comunes. La complejidad que significa despertarse a las seis y media de la mañana con la sorpresa de alarmas que suenan y que uno tiene que ir a buscar dónde está el lugar para refugiarse, que tiene 90 segundos para estar a salvo. Esos 90 segundos noson nada para una persona sana, pero 90 segundos para una persona que está convaleciente, en una recuperación, es un tiempo que no le da. Y ahí es donde entendimos que, y esto pasa a la parte profesional, que para poder sostener nuestra actividad teníamos que crear espacios seguros dentro de nuestros dos hospitales en Jerusalem, tanto en Ein Kerem como en Mount Scopus, espacios subterráneos en los hospitales por si se repite lo que pasó ese día en una forma masiva en una etapa más avanzada de esta guerra, que es algo que no se puede descartar, y tenemos que estar preparados para contener y atender a esos pacientes sin que corran riesgo de vida. Toda esa actividad que se está haciendo es muy compleja, pero más que nada estamos asegurando que podamos dar esos serviciosde salud también en este momento de guerra, por un lado, y, por otro lado, atendiendo a los heridos que siguen llegando permanentemente. En estes mes, uds., como otros servicios de salud de Israel, han enfrentado una sobre demanda. ¿Cómo han podido lidiar con eso? -La verdad es que es un esfuerzo enorme que implica, también, que la gente está trabajando, en doble jornada, sin parar. No hay turnos. Muchos médicos están llamados a la reserva, por lo que cada uno que no está en la reserva en este momento tiene dar más de su tiempo. Pero bueno, se hace un trabajo que prácticamente es sin descansar para poder completar proyectos que estábamos construyendo. Tuvimos que acelerar todo para terminarlo en un mes, con todo lo que eso implica también a nivel de insumos, de equipamientos, demovimiento. Por suerte, contamos con esta red internacional que venimos generando por décadas, que incluye a Chile con un grupo muy activo que creamos hace un par de años, esta es una red que responde, que nos ayuda materialmente para poder hacer esto. Y todo el que quiera, en este momento, ayudar a este momento tan difícil para Israel, poder ser parte de esta red de apoyo filantrópico de Hadassah, es bienvenido, porque realmente es para ayudar a salvar vidas. Realmente estamos hablando literalmente de eso. Uno de los desafíos más grandes, que ya sabemos que vamos a tener, es el de la rehabilitación de un país entero, de miles y miles de personas, miles de heridos de guerra y en estado más grave. Estamos hablando de heridas de terrorismo brutal. Son cosas que nuestros médicos ven y ni siquiera en un acto de terrorismo, que en el pasado, vieron un nivel de daño, de profundidad de daño, que habla de un nivel de crueldad muy grande y eso tiene una implicación en el tipo de heridos con los que tenemos que tratar, que es mucho más complejo, sin entrar en detalles. Y heridos que el horror del terrorismo no discrimina ni religión ni nacionalidad. El mismo 7 de octubre, Hasassah Ein Kerem, que está relativamente cerca de una ciudad árabe israelí que se llama Abu Ghosh, recibió a heridos por un misil de Hamás que cayó en una hermosa mezquita que fue construida hace la década, más o menos, atrás, donde la gente estaba rezando. Ese día, dentro de los 70 heridos que recibimos, 20 de los heridos eran musulmanes que estaban rezando en una mezquita en Abu Ghosh, dentro de Israel, a pocos kilómetros de nuestro hospital y literalmente hay enfermos que llegaron de la ambulancia al quirófano. Ni pasaron por la emergencia, porque los cirujanos estaban ahí, esperando que las ambulancias llegaran, sabiendo eran pacientes con riesgo de vida altísimoEn los primeros días de esta guerra, el Hospital Barzilai, en Rishon LeTzion, fue alcanzado por un misil. ¿Hay infraestructura o personal de Hadassah que haya resultado afectados también?-En el caso de Hasassah no tuvimos daño en infraestructura, tenemos sí personales, tenemos cuatro personas dentro de nuestro personal médico que perdieron familiares directos. De hecho, hace una semana hicimos un momento de conmemoración, en memoria de los familiares gente que trabaja en Hadassah que fallecieron. Fue un momento muy importante, donde todos nos juntamos también para reforzar e inspirarnos para seguir con la lucha, que es la lucha de nuestra salvar vidas. Esa es nuestra lucha, la lucha que nos hace estar en Jerusalem en tiempos de paz, con los tratamientos que inventan nuestros médicos científicos en tiempos de conflicto, de guerra o de catástrofe. O con nuestros médicos y yo mismo, que voluntarizamos para estar en cualquier lugar del mundo donde podemos ayudar. Lo hemos hecho en Haití, en Turquía con terremotos, en Indonesia, en Ucrania con la guerra. Siempre estamos ahí y bueno, ahora nos toca hacerlo aquí mismo, en nuestra propia tierra.Jorge, quiero preguntarte cuál es el apoyo que necesita a Hadassah en este momento, es evidente con todo lo que relatas que tienen una demanda de insumo, están trabajando en doble jornada, tienen una sobrecarga de pacientes, y Hadassah Internacional convoca el apoyo de las comunidades judías y de los amigos de Israel en el mundo. ¿En qué campañas están en estos momentos? -En este momento estamos en una campaña que tiene dos objetivos principales, epor un lado de emergencia muy inmediata, y, por otro lado, de la emergencia que tenemos que resolver para desde ahora poder rehabilitar a los heridos y a las víctimas de este conflicto. Nosotros contamos, como bien mencionaste, contamos con el apoyo de amigos de Israel, no solamente de la comunidad judía, tenemos muchos amigos de Israel que son de distintas comunidades e individuos que quieren apoyar en este momento a Israel para poder completar la apertura de subterráneos en nuestros dos hospitales. Hablamos de dos hospitales que tienen 1.500 camas, que están todo el tiempo llenas, es decir, 1500 pacientes; que tienen equipamiento, que tienen una atención que es vital, y sin eso estos pacientes no pueden seguir. Y tenemos que poder movilizar todo eso a espacios seguros y, en algunos casos, de pacientes que no pueden movilizarse de ninguna, que no tienen 90 segundos, hay que poder tenerlos en espacio permanente, ya sea bebés, pacientes en terapia intensiva, monitoreados o que salen de operación. Estos necesitan esos espacios, y tenemos que completarlos. Esa es una necesidad muy clara. La guerra pasa a una segunda etapa, mucho más compleja, con más frentes abriéndose y atacando a Israel, como pasó en el pasado, en guerras anteriores, y puede pasar un día al otro, no va a haber aviso, con la diferencia que el país ya está preparándose para algo que no va a ser una sorpresa. Pero esa preparación necesita un montón de materiales, equipamiento, construcción que hay que completar, insumos que uno tiene que tener para poder estar en espacios que van a estar cerrados herméticamente por un tiempo. O sea, hay todo un operativo que es algo sin precedentes en esta época. Por otra parte, tenemos que nuestro segundo objetivo es también completar el centro de rehabilitación que venimos construyendo hace tres o cuatro años, que estaba prácticamente completándose dentro de un año. Un centro de rehabilitación que va a permitir que tengamos la cantidad necesaria de camas e infraestructura y de equipamiento para darle respuesta a los miles de civiles y soldados que van a necesitar rehabilitación de largo plazo para poder regresar a una vida digna. Son proyectos muy específicos, muy claros, y la gente que nos apoya tiene la posibilidad de sentirse parte de iniciativas que van a servir no solo para ahora, sino para décadas, para asegurar la rehabilitación de un país que, termine como termine, y vamos a terminar ganando, va a tener un costo muy importante que asumir en la cantidad de gente que su vida ya no va a volver a ser la misma. Y nuestro rol como hospital es poder asegurar la salud, que puedan volver a caminar, que puedan volver a pensar, que puedan volver a ver, que puedan volver a moverse y tener una vida digna, como dijimos.