Andrés Fosk - Ciclo de entrevistas a expresidentes del Círculo Israelita de Santiago.
Seguimos con nuestro ciclo de entrevistas a expresidentes del Círculo Israelita, en esta edición nos tocó entrevistar a Andrés Fosk, quien nos expresa los hitos que más lo marcaron en su gestión, agradeciendo a quienes lo acompañaron en su periodo.- Estimado Andrés, ¿Cuándo y cómo empezó a participar activamente en el Mercaz? Y ¿Cómo se gestó la llegada a la presidencia del Círculo Israelita?- “Durante el año 2012 me contactó Don Carlos Nagel para invitarme a formar parte del directorio que estaba armando, mi reacción inicial fue decir que no debido a que me encontraba en medio una intensa época laboral, pero luego recibí más llamados de otras personas de la comunidad que me instaron a aceptar. Este tipo de invitaciones es difícil de rechazar, especialmente en mi familia donde existe una tradición de trabajo comunitario.Tras dos años como director involucrado en varias comisiones, un grupo de directores hizo una nueva lista donde procuramos generar un recambio generacional y buscar el despegue del Mercaz. Como estaba muy involucrado en un nuevo proyecto que llevábamos un par de años trabajando acepte encabezar el directorio lo que termino siendo una muy grata y enriquecedora experiencia”.-¿Cuál fue el momento, situación o desafío, más complejo que le tocó vivir en su periodo, y, por otro lado, Cuál fue el hito que más satisfacción le generó?-“El Círculo siempre ha sido una institución que requiere de sus socios y los aportes de muy generosos donantes para funcionar y más especialmente para crecer. Durante mi período de director y luego presidente hicimos un diagnóstico del ciclo de vida judía de nuestros socios en la institución de manera de reforzar las actividades y experiencias en aquellos rangos etarios donde nuestros jóvenes se nos perdían. Con esta infor-mación desarrollamos el Plan de Continuidad Judía, un conjunto de actividades y experiencias tendientes a solucionar lo anterior.Este plan, lo presentamos a los principales donantes de la comunidad de manera de asegurar un financiamiento de mediano plazo como única manera de aumentar el éxito. Gracias al trabajo del todo equipo que trabaja en la comunidad y el apoyo del directorio se logró atraer a los jóvenes y aumentar fuertemente la cantidad de socios. Ese fue el foco de mi gestión y sin duda el mayor logro.El momento más complejo que me toco enfrentar es sin duda cuando fuimos informados de que las comunidades ortodoxas estaban buscando crear su propio cementerio fuera de los hoy existentes. Esto nos pareció terrible por cuanto significaba una nueva división en la comunidad sin ningún sentido. Afortunadamente tuvimos una muy buena negociación y entendimientos con los encargados del proyecto y pudimos generar una solución al interior del actual”.-En relación al trabajo con el directorio de la época, ¿Quiénes lo componían y qué mensaje le gustaría darle a cada uno de ellos o a sus familiares directos?- “El directorio del Círculo es de gran número por lo que no quisiera olvidar a ninguna de las personas al nombrarlos de a uno, preferiría dar nuevamente un agradecimiento por el servicio que prestan diariamente al apoyar y entregar su tiempo por las instituciones. Muchas veces esta tarea es ingrata, se reciben comentarios desinformados e injustos de personas que no comparten una u otra decisión o acción, pero de todos modos es muy gratificante ser parte del desarrollo institucional. A todos quienes estuvieron durante mi estadía en el directorio gracias por permitirme ser parte.-En su opinión, ¿Cómo ve la situación actual de antisemitismo en Chile y cree que podría afectar la participación en las distintas comunidades? Y ¿Qué mensaje les entregaría a los socios del Círculo Israelita para que sigan practicando día a día su judaísmo?-“El antisemitismo que estamos viviendo en Chile y en todos los rincones del mundo ha caído como un balde de agua fría que nos ha hecho recordar cosas que creímos extintas pero que siguen muy a flor de piel de la población en general. Definitivamente no nos quieren en ninguna parte. Esta nueva realidad es un gran desafío para las generaciones más jóvenes ya que hemos evidenciado como el sentimiento antisemita está fuertemente arraigado en esas generaciones, lo que presenta un desafío aún más grande.Mi opinión es que el único camino que tenemos en momentos como estos es fortalecer nuestras instituciones e implementar todas aquellas instancias de colaboración entre ellas que nos hagan mantenernos unidos ya que juntos somos mucho más”.