La Ficción de la “Nueva Siria”

El 8 de diciembre de 2024 marcó el fin de una era. La caída del régimen de Bashar al-Assad, largamente pronosticada y finalmente ejecutada con una celeridad asombrosa, abrió una ventana de incertidumbre estratégica. Un año después, bajo la presidencia de transición del yihadista Ahmed al-Sharaa, Siria no ha encontrado la paz. Ha entrado, en cambio, en una fase peligrosa de “estabilidad de la inestabilidad”, un equilibrio precario que representa un desafío de seguridad más volátil e inmediato para Israel que la amenaza del Estado baazista que lo precedió.La comunidad internacional, y Washington en particular, ha apostado por la figura de al-Sharaa, como un intento de evitar el vacío de poder total y fomentar un diálogo con Israel que podría llevar a un acuerdo de seguridad en la frontera sur. No obstante, esta apuesta ignora la realidad material del nuevo liderazgo sirio.Al-Sharaa, líder de un régimen que aún lucha por consolidar su autoridad sobre una red de 130 milicias reempaquetadas como un “nuevo ejército sirio”, enfrenta enemigos letales, siendo el más peligroso el que reside en casa. La amenaza de golpe o asesinato contra Al-Sharaa es alta, según indican análisis de seguridad. Los elementos más extremistas dentro de su círculo, muchos de ellos con antecedentes yihadistas, consideran la apertura a Occidente y, crucialmente, las negociaciones de un acuerdo de seguridad con Israel bajo el auspicio de EE. UU. como una “bandera roja” ideológica inaceptable.El riesgo estratégico no es, por lo tanto, la intención de al-Sharaa, sino su potencial fracaso. Un golpe de Estado o un magnicidio detonaría el escenario más temido: el colapso, la desintegración y el caos total.En este “Día Después” del líder de transición, Siria se convertiría en un campo de batalla de todos contra todos, permitiendo el resurgimiento de grupos como ISIS y, lo que es directamente relevante para Jerusalén, la rápida revitalización de las infraestructuras terroristas pro-iraníes y palestinas como Hamas y la Yihad Islámica en el sur.La amenaza más sensible y compleja para Israel es, sin embargo, la humanitaria. La caída de la autoridad central en Damasco expondría a las minorías sirias a una ola de venganza sectaria y masacres. En particular, la población Drusa, concentrada en la región de Suwayda y en las laderas del Monte Hermón, se convertiría en un objetivo primordial para los grupos islamistas extremistas. Los incidentes de marzo y julio de 2025 contra las poblaciones alauita y drusa por parte de fuerzas del nuevo régimen sirvieron como una prueba de capacidad que podría escalar dramáticamente en el caos.El destino de los cerca de medio millón de drusos sirios es un imperativo ético y estratégico para Israel. El colapso obligaría al país a adoptar una política proactiva inmediata, que incluiría planes operativos para la defensa, la evacuación y la asistencia humanitaria, potencialmente requiriendo el control o la creación de zonas de seguridad en el lado sirio de la frontera. Esto, inevitablemente, aumentaría la fricción con las poblaciones civiles sunitas locales, algunas de las cuales ya ven con recelo las incursiones tácticas de las Fuerzas de Defensa de Israel en la zona fronteriza.La política de Israel desde la caída de Assad se ha centrado en dos pilares: la prevención del atrincheramiento terrorista y la consolidación de la zona fronteriza desmilitarizada a lo largo del Golán, con incursiones como la ocurrida en Beit Jinn el 27 de noviembre de 2025. Sin embargo, este enfoque se ve limitado por la diplomacia.La negociación de un acuerdo de seguridad bajo patrocinio estadounidense con Al-Sharaa es una limitación operacional. Israel está siendo disuadido de realizar el necesario “cortar el pasto” estratégico —es decir, ataques aéreos y operativos preventivos contra las células terroristas chiitas y palestinas restantes— por temor a desestabilizar a al-Sharaa, el único interlocutor viable. Esta contención táctica, dictada por la conveniencia diplomática de la Casa Blanca, corre el riesgo de permitir que los grupos hostiles refuercen sus plataformas de ataque, dejando a Israel más vulnerable el día que el régimen de al-Sharaa inevitablemente se fracture.Siria no se está curando. El país sigue sumido en una profunda crisis de gobernabilidad, economía colapsada y una fragmentación política sin precedentes. La comunidad internacional, al centrarse en la retórica de la “normalización” con al-Sharaa, está abrazando una ficción e Israel debe prepararse para la realidad: que la estabilidad siria es fugaz y que el caos, cuando llegue, exigirá una respuesta de defensa, rescate y contención coordinada, asumiendo los costes operacionales y diplomáticos de ser el garante final de la seguridad en la región. El reto ya no es sólo contener a Irán, sino gestionar el pandemónium en su puerta.

publicado hace 7 días

Impacto económico de la inteligencia artificial: una historia en desarrollo

Qué duda cabe, la inteligencia artificial irá haciéndose notar en la economía con cada vez mayor fuerza, entendiendo que hace eficiente la resolución problemas complejos, pero también apunta a la operatoria de procesos. La historia nos muestra que cambios disruptivos como el que se está configurando, impulsa a las economías, lo que se manifestará con nitidez en las próximas décadas. El primer gran salto en crecimiento en la historia moderna se reconoce a fines de 1700 con la revolución industrial, que cambió definitivamente la economía mundial. En 1882, con la invención del motor eléctrico, las fuentes de energía se multiplicaron, llevando a incrementos importantes de productividad. En los 90s, el desarrollo de internet y las comunicaciones digitales revolucionaron la forma de relacionarnos, llevando a un nuevo impulso en el crecimiento.La evidencia muestra que la adopción de tecnologías toma tiempo, aunque los plazos se acortan cada vez más. La máquina a vapor, que marcó la revolución industrial, tardó más de 100 años en extenderse globalmente. El motor eléctrico lo hizo en 50 años e internet en solo cinco. De cualquier manera, la velocidad con la que se adoptan los cambios en cada país depende de sus características y cuestiones culturales. Destaca la flexibilidad, los incentivos a la innovación, el hambre por buscar nuevas formas de hacer las cosas y, por cierto, la educación.Algunas estimaciones respecto al impacto de la inteligencia artificial plantean un alza entre 1 y 2% en la productividad, y aún más alto en el caso de economías bien preparadas. Pero lo cierto es que se trata de un fenómeno en desarrollo y cualquier estimación tiene hoy una enorme dosis de incertidumbre. Se trata de una cuarta revolución industrial que cambiará procesos y formas de enfrentar los desafíos prácticos, llevando a caminos aún por descubrir. Algunos se quedan con la percepción de que eliminará los trabajos y procesos fáciles de automatizar, lo que causa algún temor. Pero lo cierto es que el impulso en el crecimiento, tal como muestran experiencias equivalentes del pasado, generará nuevos empleos, potenciando aquellos en que el uso de la nueva herramienta es esencial.Entender los alcances de este fenómeno y prepararnos para su uso es una urgencia. Como lo muestra el ranking recién publicado por Capital Economics para medir la capacidad de adaptación de nuevas tecnologías, EEUU, que encabeza el ranking con una nota 70 en una escala de 1 a 100, mientras Israel da cuenta de valores cercanos a 52. Los países europeos reconocen cifras en torno a 40, en tanto América Latina cierra el ranking con una pobre puntuación de 15. Mirando a Chile, se advierte que la educación no está preparando a las nuevas generaciones como el panorama exige. La capacitación en las empresas es extremadamente limitada como para disponer de trabajadores que lidien con las nuevas herramientas y le saquen el debido provecho. La cultura pro-innovación es aún insuficiente, a pesar de que se han ido creando espacios a través de ecosistemas que apoyan el emprendimiento. Si no nos ponemos en acción para abordar los enormes desafíos que se levantan frente a nuestros ojos, las brechas que vemos con las economías mejor preparadas, con visión de largo plazo, se incrementarán. Es probable, además, que las diferencias de ingreso por segmento social se amplíen si no llevamos esta nueva cultura a cada rincón del país y capacitamos a todos para su uso. El reloj avanza rápido.

publicado hace 14 días

Una historia con dos caminos

El 29 de noviembre de 1947 las Naciones Unidas votaron a favor de reconocer el derecho del pueblo judío a restablecer un Estado en la Tierra de Israel. La Resolución 181 de la ONU, conocida como el Plan de Partición, ofreció a judíos y árabes un camino hacia la autodeterminación. La parte judía reconoció el plan como una propuesta innovadora y un reconocimiento del derecho del pueblo judío a tener un estado independiente en su patria histórica. La parte árabe rechazó de plano el Plan de Partición, optando por la vía de la confrontación.La comunidad judía que residía en la Tierra de Israel, pequeña y vulnerable en aquel entonces, aprovechó la oportunidad con sentido de urgencia y determinación. El moderno Estado de Israel se convirtió en una democracia próspera, un centro global de innovación, ciencia y arte, y una nación que fomenta la cooperación internacional y entrega ayuda humanitaria en todo el mundo.El mundo árabe, en cambio, respondió a la misma encrucijada histórica negándose a transigir y avanzar. El rechazo árabe al Plan de Partición no condujo a la consecución de un Estado palestino, sino a guerras, el desplazamiento de judíos y árabes, y décadas de oportunidades perdidas. En 1947, los palestinos podrían haber levantado un Estado propio junto a Israel. En su lugar, optaron por la guerra. Las consecuencias se han sentido desde entonces. Los líderes palestinos dedicaron décadas y enormes recursos a atacar a Israel, en lugar de fomentar la coexistencia.La historia de Israel desde 1947 se sustenta en un desarrollo exitoso, basado en la resiliencia y la perseverancia, prueba de que la claridad moral y el compromiso pragmático pueden coexistir. Israel ha declarado y demostrado constantemente su voluntad de vivir en paz con sus vecinos árabes, buscando acuerdos y alianzas con quienes estén dispuestos a seguir un camino similar. Así se ha logrado firmar la paz con Egipto y Jordania, y se han normalizado relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos.Hoy, el contraste es marcado. Israel, más pequeño que muchos de sus vecinos, se erige como un centro tecnológico, una economía abierta y una sociedad pluralista. Mientras tanto, muchos de los regímenes que en su día declararon que destruirían a Israel se han enfrentado a agitación política, pobreza y conflictos internos. Esta situación es especialmente evidente en la Franja de Gaza, donde Hamás ha instalado una ideología yihadista que se compromete explícitamente con la destrucción de Israel. Esto representa una amenaza existencial no solo para la población civil israelí, sino también para cualquier esperanza de coexistencia pacífica. El rechazo de Hamás a los acuerdos, su glorificación de la violencia y su explotación de la población palestina han perpetuado el sufrimiento y obstaculizado todo intento de construir un futuro en paz. Sus acciones reflejan la versión más extrema de la misma corriente que en 1947 enarboló la negativa a aceptar la legitimidad del Estado de Israel.El legado del 29 de noviembre debe recordar al mundo, y en particular a Medio Oriente, que el futuro se forja con decisiones. El pueblo judío eligió la aceptación, el acuerdo y la construcción. Los líderes palestinos eligieron el rechazo, la negación y la destrucción. Setenta y ocho años después, los resultados de esos dos caminos están a la vista de todos.La existencia de Israel hoy no es solo un hecho político; es una victoria moral, un testimonio del poder de la fe, la resiliencia y el derecho perdurable del pueblo originario a tener su estado en la Tierra de Israel. Pese a todo, persiste la esperanza de que, algún día, nuestros vecinos palestinos tomen la misma decisión que Israel tomó en 1947: aceptar la legitimidad del otro y construir un futuro digno de compartir.

publicado 14 Noviembre 2025

Mamdani y los judíos estadounidenses

La comunidad tiene la necesidad de repensar cómo está enfrentando una situación que quizás no mejore tras el antisemitismo desatado estos últimos años en las calles de NY.Notable la victoria electoral de Zohran Mamdani, aunque no sorpresiva, ya que era previsible desde su triunfo en las primarias. Una mayoría absoluta lo convirtió en alcalde, y la derrota es conjunta de republicanos, el centro político y de los demócratas más moderados. Y a pesar de que no figuraba en la papeleta, hasta Trump fue derrotado, ya que terminó asumiendo un innecesario protagonismo plebiscitario.La lista de perdedores también incluye a una comunidad históricamente ligada a los demócratas como lo es la comunidad judía, y dado el rechazo de Mamdani a todo lo que Israel representa, esta columna se referirá a los judíos estadounidenses.En EEUU la comunidad judía es la más numerosa fuera de Israel, y hasta la guerra iniciada por Hamas el 7 de octubre de 2023 y el estallido de judeofobia a través del mundo, cuando se hablaba de la comunidad estadounidense usualmente se hacía referencia a su poder e importancia, exactamente lo que hoy parece cuestionado, toda vez que después de las multitudinarias manifestaciones en contra de Israel, somos quizás testigos de un cambio de época en relación al tradicional apoyo bipartidista que acostumbraba a existir.La población judía representa hoy alrededor del 2,4% del total en EEUU, aunque según estadísticas del FBI concentra en los últimos años el mayor nivel de ataques por razones de odio contra cualquier religión o minoría. “Los judíos no se distribuyen solo religiosamente, sino que están concentrados en ciudades grandes, con Nueva York disputándole a Tel Aviv y Jerusalén el cetro de la urbe judía más poblada”, por lo que a su interior, se reproducen las distintas divisiones del pueblo judío entre laicos y religiosos, así como en cada uno de estos grupos están representadas las distintas ramas no solo religiosas entre corrientes reformista, conservadora y ortodoxa, sino que también entre laicos, ateos y solo agnósticos, como también en uno y otro, distintas posiciones políticas e ideológicas. A ello se agregan las tradicionales divisiones entre asquenazíes (mayoritaria en NY), como también sefardíes y mizrajim.La Página Judía publica el 13 de mayo de 2024 una encuesta realizada por la Federación UJA de Nueva York, según la cual 1,4 millones de judíos residirían en la ciudad de Nueva York y sus alrededores, lo que incluye los cinco distritos neoyorquinos (Manhattan, Brooklyn, Queens, el Bronx y Staten Island), así como el condado de Westchester y Long Island, información que cifra en 37% la tasa de matrimonios mixtos y en 13 000 los sobrevivientes del Holocausto, residiendo la mayoría en Brooklyn.Es una comunidad de gran diversidad, con diferentes orígenes nacionales (incluyendo israelíes) entre quienes no han nacido en EEUU, diversidad que impide ponerlos a todos en un mismo saco, y que desmiente la afirmación antisemita de que los judíos actúan en grupo y en forma muy similar unos y otros. Más aún, una de las sorpresas para analistas, comentaristas y medios de comunicación, fue encontrarse con algo que ha dado mucho de qué hablar como lo fue la cantidad de judíos que aparecieron votando por Mamdani, lo que tiene una explicación.La cobertura del comportamiento de los judíos a veces se distorsiona por culpa de los propios judíos, ya que, al no ser una religión proselitista, el debate público está influenciado por visiones no siempre certeras, a veces hechas por admiradores y personas de buena voluntad hacia los judíos, como es el caso de la Historia de los Judíos de Paul Johnson, que, por ejemplo, le dedica poca cantidad de páginas a un hecho tan importante en la historia judía como lo fue la expulsión de España.Además, la cobertura de esta última guerra y las manifestaciones antisemitas posteriores a través de Occidente han sufrido no solo del problema de cuánta información distorsionadora proviene de Hamas, como también que, en la actual prensa internacional, viejos mensajes de odio sobre Israel y los judíos han sido maquillados en nuevo formato.Dicho lo anterior, no deja de llamar la atención el comportamiento electoral judío en Nueva York, aunque no del todo sorpresivo, por mucho que se sitúe el apoyo al ganador en alrededor de un tercio de los judíos que acudieron a votar. Es legítimo dejar planteado el tema, ya que los que apoyaron a Mamdani actuaron en forma parecida a esos latinoamericanos que también lo respaldaron, ya que quienes desde allí vinieron conocen con exactitud del repetido fracaso al que conducen esas atractivas ofertas de gratuidad generalizada.De hecho, la historia de Israel refleja episodios semejantes en cuanto a comportamiento electoral, en el caso de aquellos judíos religiosos y antisionistas que consideran un error histórico la creación del Israel moderno ya que esperan al Mesías, y la propia aparición del Estado no solo acarrea negociaciones entre las distintas corrientes sionistas que en 1948, poco después de la Declaración de Independencia, pudieron haberse enfrentado hasta por las armas en el caso del barco Altalena, como también hubo una negociación entre Ben Gurión y los religiosos. Más aún, existe un componente instrumental que lleva aún hoy a partidos religiosos a apoyar gobiernos de derecha como el actual de Netanyahu por las prebendas que se entregan a cambio de esos votos en el parlamento o en el caso de aquellos gobiernos de izquierda que han hecho tradicionalmente concesiones a los kibutzim.Hay, por lo tanto, un tema de clientelismo que también se ha visto tradicionalmente en el voto judío en NY, sobre todo en comunidades de alta concentración y en que la sugerencia de los líderes tiene gran influencia en cómo se vota, tal como ocurre con ciertas comunidades ortodoxas y que ha favorecido repetidamente a los demócratas. En Israel se agrega el importante número de legisladores de la Lista Árabe Unida, quienes participan en muchas negociaciones y votaciones.Es decir, en su comportamiento electoral tanto Israel como NY son lugares de especial diversidad, lo que se notó en esta elección, donde el voto judío a Mamdani en forma resumida provino de juventud judía como también de grupos religiosos antisionistas, que en algunos casos extremos han tenido en Israel contactos con los ayatolás iraníes, con el antiguo Ministerio de Asuntos Judíos de la OLP de Arafat y han participado en las conferencias mundiales organizadas por la ONU y que han buscado deslegitimar a Israel como ocurrió con Ginebra en 1978, Durban en 2001 y la conmemoración de su 20 aniversario en 2021, como también en la votación de los 70, donde la Asamblea General hizo equivalencia de Sionismo y Racismo, en forma tan injusta que se vieron obligados a cambiar de opinión posteriormente.¿Me gusta lo que pasó en esta elección de Nueva York? No, no me gusta, como tampoco me agradó el antisemitismo desatado estos últimos años en las calles de NY o en las universidades de la Ivy League, entre ellas, algunas de las más prestigiosas del mundo. Para mi persona, la comunidad judía de EEUU era el estándar mundial para los judíos fuera de Israel. Siempre lo destacaba, pero ya no más. “Creo que lo que ocurrió estos últimos años fue tan inesperado, que me dio la impresión de que hubo un shock de tal entidad, que fue difícil asimilarlo en toda su magnitud, y todo indica que no estaba preparada ni ella ni sus líderes para tan gigantesca manifestación de odio, como tampoco lo estaba yo”.Pero ya ha pasado suficiente tiempo, y creo que la autocrítica es necesaria, toda vez que tanto en la elección como en el antisemitismo desatado en calles y universidades, me hubiese gustado ver más presencia, más adaptación a una nueva realidad donde todo puede empeorar en vez de mejorar, por lo que es necesaria una constante revisión de si las tácticas que fueron tan adecuadas en el pasado lo siguen siendo en esta nueva realidad.Me preocupa que esté ocurriendo en EEUU, ya que si ocurre aquí y la comunidad no reacciona con la fuerza que podría hacerlo en un país cuya estructura jurídica y legal se lo permite, ¿dónde entonces fuera de Israel podrían hacerlo los judíos con éxito?, además que hoy tendría apoyo abierto del actual gobierno de Donald Trump. Una razón adicional por la que se debiera actuar con la mayor determinación posible es que en la historia judía hay dos tragedias muy grandes, precisamente cuando se sentían contentos, valorados e integrados, no solo en Alemania con el Holocausto nazi, sino también en la España de 1492, con la expulsión ordenada vía Edicto por los reyes católicos, hasta el día de hoy recordada con emoción y amor por los judíos sefardíes.La verdad es que me hubiese gustado que la comunidad hubiese hecho más de lo que hizo para enfrentar el vendaval antisemita de los últimos años, elementos que trato en detalle en un libro de reciente aparición (“En Defensa de Israel”, 461 pp., Amazon libros) como también me hubiese gustado ver que se formara un amplio frente que atrajera a los más diferentes sectores que estén disponibles para enfrentar la judeofobia, al igual que para abordar los cambios que están experimentando, tanto EEUU como el partido Demócrata en relación a los judíos e Israel, donde el resultado electoral que motiva esta columna va a tener amplia influencia en quienes piensan igual al alcalde electo, toda vez que se inaugura un periodo de primarias para definir candidatos a gobernadores, representantes, senadores para las elecciones de medio término que tendrán lugar en 2026.Del mismo modo, es imprescindible revisar los procesos internos que están teniendo lugar al interior de la comunidad. Al respecto, me hubiese gustado que a nivel local y al más alto nivel nacional, en primerísimo lugar, se abordaran procesos como el preocupante giro crítico de Israel que está teniendo lugar entre los jóvenes de la comunidad, en cierto modo, réplica de lo que está ocurriendo con otros jóvenes estadounidenses. En sentido parecido, también me gustaría que se atacara el tema que se hizo público para todos del “fuego amigo” de quienes por razones político-ideológicas o solo religiosas acudieron a esas manifestaciones anti-Israel, permitiéndole a quienes odian decir que no era cierto que estaban contra los judíos, ya que solo eran contrarios al “sionismo”, lo cual era y es mentira.Creo que la comunidad, además de estudiar el cambio de tácticas y estrategias que no están dando resultado en esta nueva y deteriorada realidad, debiera abordar el problema de quienes tal como ocurrió en la reciente elección de NY, dicen representar a los judíos hablando contra Israel, algunas o muchas veces sin vida comunitaria, y solo apareciendo como tales por una especial vestimenta identificatoria o algún distante apellido, para hacer ver que esas personas solo se representan a sí mismas, como también trabajar muy activamente en un frente muy amplio de defensa del derecho a ser diferente, sobre todo, si la tradición por la cual se lucha, tiene una continuidad de miles de años que nadie más puede exhibir.Me gustarían dos cosas, dos ejemplos a ser seguidos. El primero es el del Reino Unido, donde el partido Laborista ya pasó por la experiencia que su similar, el partido Demócrata está iniciando en EEUU. Me parece destacable lo que hizo la comunidad judía en el otro lado del Atlántico, donde hubo una resistencia al hecho que el partido Laborista fuera tomado por un liderazgo antisemita encabezado por un experimentado político como Jeremy Corbyn. Fue una reacción exitosa a distintos niveles, denunciando la situación a los organismos del Estado que vigilaban comportamientos contrarios a la ley, acción en los medios de comunicación que hicieron inelegibles a los laboristas mientras perduró el antisemitismo, accionar de gran visibilidad de los miembros judíos del parlamento, cuyo resultado final fue la sanción judicial y administrativa al laborismo y el reemplazo de Corbyn, lo que permitió el triunfo laborista en la última elección general, el año pasado.Nada semejante se aprecia en EEUU ni por parte de la comunidad judía a nivel nacional como tampoco de aquellos miembros judíos del partido Demócrata que aparecen como arrinconados, por la acción de quienes conforman el squad dentro de ese partido, grupo que crece al igual que el éxito del discurso de quienes piensan igual a Mamdani.El segundo ejemplo es para mí el de la comunidad afroamericana, ya que han sido los únicos a los que les he escuchado una gran verdad, que a pesar del racismo que han sufrido, hoy a ellos no les habría pasado lo que les ocurrió a los judíos en las universidades y en las calles de Nueva York. Pienso que la comunidad judía hoy debiera imitarlos, sobre todo, en el automatismo y la unidad con la que se reacciona con consecuencias inmediatas para quienes tienen actitudes racistas que violan la ley. Por lo demás, sería una vuelta de mano a lo que Martin Luther King decía en los 60, que en su lucha aspiraba a lograr el mismo estatus que habían alcanzado los judíos, a quienes siempre dio las gracias por su apoyo a la lucha por los derechos civiles, además de tener palabras amables para Israel y el sionismo.Todo esto es necesario, ya que la comunidad judía ha sufrido un retroceso medible en pérdida de disuasión, toda vez que lo que ha pasado los últimos años ha derribado muchos mitos sobre el “poder” judío en universidades, empresas, medios de comunicación, Hollywood, etc., ya que este sinceramiento no es necesariamente bueno, toda vez que esa situación perjudica lo que con anterioridad existía, cuando aquellos que odiaban a los judíos, se autolimitaban por esa visión del poder judío, que hoy se ha demostrado, si no equivocada, al menos mucho menor de lo que se suponía.Hay una serpiente que ha abandonado el nido, se despliega por todas partes, y necesita una actitud diferente frente a lo que seguirá pasando, toda vez que se ha normalizado el ataque a judíos en las calles y en el sistema educativo, además de los medios de comunicación. Al respecto, los judíos pueden estar cumpliendo su antiguo rol de canario en la mina, ya que lo que a ellos les pasa puede anticipar situaciones similares para la sociedad entera y el país en su conjunto.Después de la victoria de Mamdani, lo que ocurra entre los Demócratas es importantísimo, ya que de ello depende si estas manifestaciones de antisemitismo giran hacia la marginalidad o siguen alimentando la corriente principal, toda vez que también influyen otros procesos, tales como que hemos presenciado una manifestación de arrogancia fatal, cuando tantos votantes piensan que algo que ha fracasado reiteradamente en otras partes, como la idea de almacenes de propiedad estatal o municipal va a tener éxito solo porque ahora lo intentarían habitantes de Nueva York, otra evidencia de la latinoamericanización de la política que ha tenido lugar en este país. Quizás lo vivido en NY es otro ejemplo de una característica de nuestra época, la ilusión del conocimiento, donde influyen la internet y las redes sociales, desde el momento que se ha instalado la ilusión de creer que para tomar buenas decisiones simplemente bastaría con haber leído 10 líneas en el celular, idea contra la que ya alertó Umberto Eco a fines del siglo pasado.A la votación para alcalde de NY se le aplica la doble regla de la democracia, en el sentido que si las votaciones son limpias y legítimas como lo fue la del 5 de noviembre, el resultado siempre se respeta, guste o no. Sin embargo, del mismo modo, los votantes deben siempre hacerse responsables de sus decisiones.Es en este contexto que la comunidad judía tiene la necesidad de repensar cómo está enfrentando una situación que quizás no mejore. No tengo la respuesta, más allá de que se necesita una adecuación, una revisión de cuán bien o mal se sigue funcionando en el nuevo contexto que se vive, en el sentido que existe toda una estructura de instituciones que relacionan a la comunidad con la sociedad que la rodea en EEUU, que sin duda prestó inmensos servicios que se transformaron en ejemplo para otros países, pero la realidad que le servía de sustento ha sido cambiada hasta hacerse irreconocible.Estoy convencido de que en relación con la judeofobia la situación es tan mala que puede empeorar, por lo que se deben acabar todos los complejos, para así aprovechar lo mejor que ofrece EEUU, un sistema judicial de derechos, reflejados en la constitución y las leyes.No es solo un problema de recursos, lo es también de voluntad para revisar lo que se está haciendo, para así tener la seguridad de que se pueden buscar respaldos y apoyos, con más ruido y mayor presión pública. En otras palabras, la situación es lo suficientemente dramática para concluir que solos no se puede, ya que se puede estar ingresando a la etapa de la rana hervida, aquel cuento donde la moraleja es que, si la rana es hervida en agua caliente, reacciona y salta fuera de la olla, pero si se comienza a hervir en agua helada, se adormece y así, casi sin darse cuenta termina siendo cocinada.Lo que a mí me indica que podríamos estar ingresando a esta etapa, es cuando el mismo Mamdani que hizo un discurso de aceptación tan desafiante que me hizo recordar a Chávez jurando en Caracas sobre “una Constitución moribunda”, poco después invitaba a algo tan poco creíble como “acabar con la lacra del antisemitismo”, el mismo que lo normalizó a un nivel desconocido para ser alcalde de la principal ciudad del mundo, que tanto contribuyó a la creación del capitalismo moderno junto a la revolución industrial inglesa. En su campaña, se dedicó a resaltar solo los defectos y abusos de EEUU, no sus aportes y grandezas, al mismo tiempo de tener un profundo rechazo a la idea misma de Occidente y en la práctica, homenajear al subdesarrollo.*Reproducción autorizada por el autor. Publicada en Infobae (09-11-2025)comunidad tiene la necesidad de repensar cómo está enfrentando una situación que quizás no mejore tras el antisemitismo desatado estos últimos años en las calles de NY

publicado 07 Noviembre 2025

Cristales

La noche cae sobre Alemania y Austria, de entre las sombras una horda de camisas pardas y negras asaltan las propiedades de los judíos. La violencia es extrema. Casas y negocios son saqueados, las sinagogas y los colegios comunitarios son incendiados. 90 judíos son asesinados y miles son internados en el campo de Dachau. La noche del 9 de noviembre de 1938 será recordada como el último pogromo antes del camino sin retorno al exterminio. La orden de Goebbels era clara, los judíos deben pagar por todos los crímenes, reales o imaginarios, que cometieron contra el pueblo alemán. La ignominia debía ser total, por lo que se les obligó a las víctimas a pagar los daños que sufrieron las propiedades públicas y la de los alemanes arios. El primer día el mundo se horrorizó. Al segundo día el mundo protestó. Al tercer día el mundo olvidó. Nadie quiso recibir a los que buscaban refugio, quizás se merecían el castigo, nada nuevo en la historia de los judíos en Europa. El continente donde nació la democracia una vez más miró para otro lado. Tímidas voces protestaron, pero no fueron escuchados. El ruido de los cristales al ser pisoteados ensordecía la súplica de las víctimas. La señal era clara, a nadie les importan los judíos.Lo que parecía que no volvería a ocurrir, ocurrió. Esta vez no eran camisas pardas y negras, esta vez fueron pañuelos y cintillos. Nuevamente Europa abandonó a los judíos, nuevamente los judíos quedaron solos. Esta vez los judíos decidimos defendernos, ya no creemos en la bondad del mundo, ya no confiamos. Nuestra defensa fue formidable, alzamos la espada para decir basta. El pueblo se unió como en la época de David. Quienes nos quieren gritaron en nuestro favor. Nuestra defensa incluyó a todos los que antes no pudieron hacerlo. No más cristales rotos.La Kristallnacht debe servir de ejemplo para alertar como el odio es capaz de generar violencia. Cuando una sociedad acepta discursos extremistas y xenófobos se vuelve cómplice. Los judíos de esta generación debemos estar alertas ante estos discursos. Debemos ser la voz de los que no la tienen o no la han tenido. Nuestro pueblo ha sido víctima de muchos cristales rotos y es por eso por lo que nuestro deber es denunciar a los nuevos odiadores. 10 de noviembre de 1938, los cristales están por todas las calles. Es imposible no pisarlos. Como sonoros testigos le claman al mundo solidaridad y justicia. Cada pedazo de cristal es una lágrima. Cada brillo que salga de sus entrañas es el recordatorio de nuestra resiliencia. Como la luz del templo, el brillo jamás se apagará.

publicado 31 Octubre 2025

Del kibutz a la minería chilena

Tecnología israelí para enfrentar la crisis hídrica en ChileFundada por el israelí Oron Wegman, Relix Water se dedica a implementar, en Chile y América Latina, soluciones de desalinización y tratamiento de aguas con sello de innovación y rapidez. Desde la minería del norte hasta los campos del centro-sur, la empresa busca transformar el acceso al agua con ingeniería israelí adaptada a la realidad local.En un país donde el agua se ha convertido en un tema tan urgente como complejo, una compañía con raíces israelíes está demostrando que la innovación puede cruzar océanos para resolver problemas concretos. Con más de 17 años de experiencia, combina la ingeniería de procesos desarrollada en Israel con fabricación local para ofrecer soluciones que, literalmente, hacen brotar el agua donde no la hay.Detrás de este proyecto está Oron Wegman, su CEO y fundador, nacido y criado en el kibutz más lindo de Israel. Esa infancia, marcada por la vida comunitaria y la austeridad en el uso del agua, moldeó su visión: “El agua no es simplemente un recurso, es un bien vital que se gestiona colectivamente”, explica. Y esa filosofía, asegura, sigue guiando su manera de liderar.Israel y Chile: climas difíciles, soluciones compartidasPara Wegman, Chile es un terreno fértil para la tecnología hídrica israelí. Ambos países comparten desafíos similares: climas áridos, geografías exigentes y dispersión territorial. En el norte chileno, el agua superficial y subterránea está al límite de su capacidad, y en el centro-sur, las sequías prolongadas golpean tanto a comunidades rurales como a grandes industrias. “Vimos en Chile no solo una necesidad crítica, sino también la voluntad de adoptar soluciones innovadoras”, señala.Ese puente tecnológico se traduce en plantas desalinizadoras modulares y sistemas de tratamiento de agua adaptados a las condiciones extremas de la minería y la agricultura chilena. El modelo de Relix es claro: tecnología israelí, fabricación local en Chile, instalación en terreno en modalidad plug & play. Resultado: una planta operativa en tiempo reducido. Minería y agricultura: dos frentes, una misma urgenciaEn minería, la vara es alta: operar en altitud, cumplir estrictas exigencias ambientales y garantizar un suministro constante. Relix ya ha instalado más de 40 plantas en Chile y Perú, incluyendo proyectos para Minera Centinela, Spence, Escondida y Codelco, algunos bajo contratos Build, Operate, Transfer donde se encargan de todo, desde el diseño hasta la operación.En agricultura, el desafío es lograr eficiencia y sostenibilidad, adaptándose a productores de distintas escalas. Aquí entran en juego las plantas de ósmosis inversa, sistemas de riego inteligente y venta de insumos especializados.“Aprendimos a no imponer nuestras ideas, escuchar primero, adaptar después”, resume Wegman.Innovación israelí al servicio de ChileUno de los ejes que mantiene vivo el dinamismo de Relix es la conexión y el diálogo permanente de Wegman con el ecosistema de startups israelíes especializadas en agua. “Israel tiene un ecosistema único de innovación, y nuestro rol es actuar como puente”, comenta. Cada innovación pasa por un proceso de adaptación y certificación para asegurar que funcione en las condiciones específicas de Chile.En Relix, la sustentabilidad no es un apartado del plan comercial, sino parte del diseño inicial de cada planta. Se busca recuperar hasta un 95% del agua tratada, operar con eficiencia energética y minimizar la huella ambiental. Los datos respaldan el enfoque: litros reutilizados, energía ahorrada, tiempo de instalación reducido. “El objetivo es cumplir e incluso superar las normativas, ganando la confianza de comunidades, empresas y autoridades”, afirma Wegman.Un liderazgo con los pies en la tierraWegman no es un ejecutivo de oficina: su liderazgo es cercano, activo y tangible. Recorre personalmente las plantas de tratamiento de agua, conoce cada etapa de los procesos y mantiene una comunicación directa y fluida con su equipo técnico. Su manera de dirigir se basa en la experiencia en terreno y en la búsqueda constante de la mejora continua, lo que le permite no solo dirigir con eficacia, sino también impulsar la innovación desde la práctica.Su estilo de gestión, heredado del kibutz, combina responsabilidad colectiva, rapidez en la toma de decisiones y disposición para ensuciarse las manos cuando es necesario. En un sector donde cada día cuenta, ese pragmatismo marca la diferencia.Chile como laboratorio de solucionesAunque Relix está presente en Perú, Colombia, Ecuador e Israel, Wegman considera que Chile tiene un rol particular: es un “laboratorio de soluciones”. El país ofrece un entorno técnico exigente, con industrias que valoran la innovación y un ecosistema profesional capaz de implementar mejoras rápidas. Esa combinación ha permitido desarrollar modelos de gestión y tecnologías que luego se exportan a otros países.“Chile es más que un mercado; es un espacio para probar, mejorar y demostrar que las soluciones funcionan”, asegura.Propósito y negocio: dos caras de la misma monedaPara Wegman, un buen negocio debe generar impacto positivo. Por eso, cada proyecto de Relix busca un “doble retorno”: técnico y económico, pero también social o ecológico. Mejorar la eficiencia en minería significa reducir el impacto ambiental; instalar riego inteligente implica cuidar un recurso cada vez más escaso; trabajar con comunidades rurales fomenta empleo y educación hídrica.La inspiración proviene de la propia historia israelí: transformar la escasez en oportunidad. “Ese es el mensaje que queremos transmitir en cada planta y cada decisión”, afirma.Un mensaje para la próxima generaciónA la hora de dirigirse a jóvenes emprendedores, especialmente de la comunidad judía, Wegman es directo: “No esperen a que todo esté perfecto para empezar”. Los anima a asumir riesgos, construir desde la pasión y entender que el impacto real puede nacer de pasos pequeños pero constantes. “Nuestra comunidad sabe de resiliencia y creatividad. Úsenla, y no emprendan solos: hagan comunidad, colaboren, pregunten, ayuden”.En tiempos en que Chile enfrenta un futuro hídrico incierto, la historia de Relix y de Oron Wegman es una muestra de cómo la tecnología, la cooperación y la visión pueden cruzar fronteras y transformar realidades. Desde un kibutz en Israel hasta las faenas mineras en el desierto de Atacama, el agua sigue siendo el hilo conductor de una misión que une dos países y un mismo propósito: que nunca falte donde más se necesita. 

publicado 31 Octubre 2025

¿Por qué están callados?

Desde que se anunció el alto el fuego en Gaza, las voces que durante meses sacudieron las redes sociales han desaparecido. Aquellos mismos activistas, “defensores de la justicia” que marchaban por las calles, hablaban en universidades y saturaban TikTok e Instagram con consignas encendidas, hoy guardan silencio. Un silencio que resuena. Justo ahora, cuando las armas callaron y los titulares cambiaron, era el momento para un debate honesto, y, en cambio, llegó la nada.Durante dos años se escucharon exigencias apasionadas de “¡Alto el fuego ya!”, acusaciones y eslóganes de colores. Y, sin embargo, cuando finalmente se cumple lo que pedían, la campaña se esfuma. No hay celebraciones, ni mensajes de alegría, ni siquiera análisis serios sobre el futuro. Es como si la paz misma les hubiera quitado el guion.Y las preguntas son inevitables: ¿qué piensan ahora esos activistas? ¿Apoyan el despliegue de tropas turcas y egipcias en Gaza? ¿Es una liberación o una nueva forma de ocupación? ¿Y qué opinan del desarme de Hamás? ¿Debe permitirse que una organización fascista y extremista religiosa que promueve el genocidio siga armada en nombre de la “resistencia”? ¿Quién asumirá la reconstrucción civil? ¿Cómo se garantizarán los derechos humanos?Las respuestas no llegan, porque la ideología fue reemplazada por la estética. La política cedió su lugar a la imagen. La lucha por los derechos humanos se transformó en una competencia por verse “correcto”. No buscan cambiar la realidad: buscan verse bien. No pelean por la libertad, sino por visibilidad.Y este fenómeno no es exclusivo de un país: se ha convertido en el idioma de nuestra era. Las redes devoran la realidad y devuelven eslóganes vacíos. Un verdadero compromiso requiere conocimiento, coherencia y responsabilidad, no hashtags. Pero el “activismo digital” se ha convertido en una industria de emociones programadas. Cuando la realidad deja de ser dramática, el activismo desaparece.Aun así, tranquilos: la máquina propagandística no ha muerto, solo descansa. Pronto despertará con mensajes nuevos, pegajosos y breves. Volverá a alimentar los ciclos de indignación, a encender emociones y a sumar visualizaciones.Pero mientras tanto, queda una pregunta más profunda: ¿qué ocurrirá realmente después? ¿Seguiremos intercambiando consignas y fotos, o comenzaremos al fin a construir algo: responsabilidad, seguridad, convivencia?Porque al final, detrás de todo este silencio se esconde una verdad sencilla: el futuro de Israel y Gaza no se decidirá con un “me gusta”, sino con decisiones valientes; no en clips virales, sino en conversaciones reales. Solo quien sepa escuchar cuando el micrófono está apagado podrá, de verdad, hablar de paz.

publicado 24 Octubre 2025

La aliá de Arie Mainemer

Arie Mainemer decidió dar un paso trascendental en abril de 2025: hacer Aliá e instalarse en la ciudad de Raanana. Allí vive hoy, rodeado de familia y con la convicción de encontrarse donde siempre debió estar. Su historia refleja tanto la gratitud como los desafíos de quienes deciden dar este paso en etapas más avanzadas de la vida.Una decisión de vida“Quería vivir una vida judía más plena y reunirme con parte de mi familia”, cuenta Arie. Con el tiempo, la idea de que Israel era la única alternativa real de largo plazo se fue instalando en su mente hasta convertirse en convicción. El paso, aunque desafiante, estaba marcado por un fuerte sentido de propósito y pertenencia.El proceso de adaptaciónEl camino de la Aliá, como él mismo reconoce, no termina el día en que uno aterriza en Ben Gurión. “Es un proceso que todavía estoy viviendo”, admite. Su conocimiento del hebreo y la presencia de familiares en Israel suavizaron el impacto inicial, pero no todo ha sido fácil: “tal vez lo más complejo han sido los temas burocráticos. Abrir una cuenta corriente, por ejemplo, puede ser frustrante”.Para Arie, un punto clave es elegir con cuidado dónde asentarse. “La experiencia de absorción es muy distinta dependiendo de la región y la edad”, explica, subrayando que no todos los olim enfrentan el mismo escenario.Vivir la historia en primera personaUno de los momentos más significativos para Arie ha sido compartir la experiencia colectiva de la guerra con Irán. “Estar acá, viviendo la guerra, compartiendo con la gente en los refugios, me hizo sentir parte del destino común del pueblo judío, más que un espectador”, recuerda. Esa vivencia intensa reafirmó la decisión de haber hecho Aliá y el sentido de pertenencia que buscaba.Una sociedad diversaAdaptarse a la sociedad israelí también ha tenido matices. “El antiguo modelo en que uno debía transformarse en israelí ya no es la única opción. En Raanana, hay un porcentaje muy alto de olim de Francia, Estados Unidos y Latinoamérica. Se escuchan muchos idiomas en la calle y cada comunidad conserva bastante sus costumbres”. Para Arie, esta diversidad facilita el proceso de adaptación y al mismo tiempo enriquece la vida cotidiana.El valor de vivir en IsraelComparando con lo que conoció en un viaje de estudios hace casi 40 años, reconoce que Israel ha cambiado profundamente. “Hoy es un país en que la religión y la tradición judía están muy ligadas al día a día. El ciclo del año, las fiestas, Shabat, la comida, todo fluye en forma normal y natural. A diferencia de otros países, aquí no se nada contra la corriente”, afirma con emoción.Desafíos profesionalesEn lo laboral, la adaptación ha sido compleja. “Cuando uno ya tiene un camino recorrido en áreas específicas es difícil reinsertarse. A veces hay que empezar de cero. En Chile se valoran perfiles más generalistas; Israel no es así”, reconoce. A pesar de esas dificultades, Arie se mantiene abierto a los nuevos caminos que se le presenten.Consejos para quienes piensan en la AliáArie es claro al dar un mensaje a quienes consideran dar este paso: “es fundamental tener claras las expectativas, preguntarse por qué lo estoy haciendo. No es lo mismo hacer Aliá a los 20 años que cuando ya se tiene familia y profesión”. Advierte en particular sobre la etapa crítica para los adolescentes entre 11 y 17 años: “es un período difícil y la adaptación puede ser muy dura, sobre todo para las niñas. La ciudad, la zona y la red social son claves en la experiencia”.Un sentimiento de hogarAl mirar hacia atrás, Arie sintetiza su vivencia con una frase que lo dice todo: “mi sensación personal hasta ahora ha sido como llegar a casa. Siempre me sentí alienado en Chile. En Israel encontré mi lugar”.

publicado 24 Octubre 2025

Nuevos intentos por torpedear el fundamento técnico

La marcada debilidad del mercado laboral ha continuado en el centro de la preocupación, entendiendo de sus impactos sobre la dinámica de desarrollo y el bienestar social. El Banco Central, reconociendo su capacidad técnica y la relevancia de este factor para el análisis y las perspectivas económicas, elaboró un informe publicado en el último IPoM, en que advierte el daño estructural provocado por las medidas imprudentes adoptadas en los últimos años en materia de empleo. El incremento desmesurado del salario mínimo, en un contexto en donde la productividad está estancada, la reducción de la jornada laboral, junto a normas que han ido entorpeciendo la relación entre empleadores y empleados, han elevado la tasa de desempleo de equilibrio casi 2% por sobre los registros de hace algunos años atrás. Este no es un efecto menor.A pesar de la evidencia que reconoce cualquier economista medianamente bien formado, las máximas autoridades ejecutivas del país cuestionaron las conclusiones entregadas por el Banco Central. Esto hizo recordar oscuros episodios que vivimos durante la pandemia, con un Congreso marcado por el populismo y la mirada miope, que desmerecía con total desparpajo el fundamento técnico. El precio pagado por ello ha sido enorme, en términos de crecimiento y confianza. Debemos cuidar con especial celo nuestra institucionalidad, dentro de la cual, la independencia y carácter técnico del Banco Central es una pieza fundamental. Si bien la calidad de nuestras instituciones nos sigue distinguiendo entre las economías emergentes, ha mostrado un debilitamiento en los últimos años, lo que ha llevado a una economía ralentizada y más tensionada. Opiniones livianas, sin la formación y experiencia necesaria, que buscan defender medidas que han llevado a deterioros palpables en la economía, no contribuyen a un diseño de políticas económicas que nos permita robustecer la competitividad y el desarrollo del país. Bien sabemos que la productividad en Chile ha estado estancada en los últimos quince años, mientras el salario mínimo ha crecido más allá de lo prudente. Esto se ha visto crudamente recogido del lado de las Pymes, mucho más expuestas a éste en sus planillas de renta. Este escenario se da en un contexto en que, además, de acuerdo con un informe de la OCDE, en términos de nivel, la productividad en Chile es cerca de 50% más baja que el promedio de sus países miembros. En lenguaje simple, mientras en un país como España, a modo de ilustrativo, un trabajador fabrica 100 zapatos por hora en una máquina especializada, en Chile sólo fabrica 50. La brecha es gigante, lo que revela la urgente necesidad de capacitar y formar mejor a nuestros trabajadores. De no mediar cambios, las empresas privilegiarán su crecimiento a través de equipos y nuevas tecnologías, con un menor peso del factor trabajo. Si bien somos competitivos en áreas específicas, como es la fruticultura, salmonicultura, minería y energía, en los sectores manufactureros estamos lejos de los estándares de las economías más exitosas. Las políticas deben, por tanto, enfocarse en esa dirección, lo que llevaría de forma natural a mejores salarios y mayor crecimiento. El llamado es entonces ir a los fundamentos económicos, dejando fuera la retórica política vacía y nociva.

publicado 10 Octubre 2025

El coraje de seguir juntos

A dos años del 7 de octubre, el corazón del pueblo judío sigue latiendo con una mezcla de dolor y esperanza. Dolor por las vidas que se apagaron en aquel día que cambió para siempre la historia reciente de Israel y del pueblo judío. Esperanza, porque incluso en los momentos más oscuros, nuestra identidad se ha forjado en la capacidad de sobreponernos, de reconstruirnos y de seguir caminando unidos.El 7 de octubre fue una herida profunda, una tragedia que atravesó fronteras y generaciones. Pero también fue un espejo en el que vimos reflejada una verdad esencial: la resiliencia es parte de nuestro ADN como pueblo. No hay otro en el mundo que haya sabido transformar tanto sufrimiento en energía para seguir creando, educando, innovando y soñando. Israel se levantó en horas. Las comunidades judías del mundo entero, desde las más grandes hasta las más pequeñas, respondieron con solidaridad, con acción y con amor. Nos unimos, sin distancias ni diferencias, recordando que cuando uno de nosotros sufre, todos sufrimos.Esa unidad es la que nos sostiene. Esa red viva, tejida con la fuerza de la fe y la convicción de que no hay dolor que pueda vencer nuestra neshamá. Cada vela encendida, cada tfilá, cada abrazo, ha sido una manera de decir: seguimos aquí, seguimos juntos.Hoy, mientras el mundo observa con atención los pasos hacia un posible acuerdo que permita el regreso de los rehenes y abra una puerta a la paz, elegimos mirar con esperanza. Sabemos que la paz no se construye de la noche a la mañana, y menos después de tanto dolor. Pero también sabemos que la esperanza es el acto más valiente y vulnerable del ser humano, y que creer en ella es, en sí mismo, una forma de resistencia.Nuestra historia nos enseña que después de cada destrucción, hemos sabido levantar escuelas, sinagogas, kibutzim, comunidades y sueños. Que después de cada noche, el amanecer llega. Por eso, cuando el odio intenta dividirnos, respondemos con unidad. Cuando la desesperanza asoma, respondemos con la fe en el futuro. Y cuando el mundo calla, seguimos hablando en nombre de la vida.A pesar de nuestra historia, el pueblo judío no se define por su dolor, sino por su capacidad de convertirlo en luz. No por su miedo, sino por su decisión de seguir amando, creando y construyendo. En cada generación hemos encontrado razones para creer, y esta no será la excepción.La esperanza no es ingenuidad. Es coraje. Es elegir la vida, una y otra vez.A dos años del 7 de octubre, creemos en algo más grande: en el valor de la vida, en la fuerza de la comunidad, y en la posibilidad, aún viva, de que un día no tan lejano, Israel pueda vivir en paz.

Harold Kroto, Premio Nobel de Química

Harold Walter Kroto nació en Inglaterra el 7 de octubre de 1939 en una familia de inmigrantes judíos polacos y alemanes que huyeron de la Alemania nazi en la década de 1930. Desde su infancia, mostró una curiosidad insaciable por el mundo que lo rodeaba. Creció en un entorno donde la educación y el aprendizaje eran valorados a pesar que su padre era sastre y su madre ama de casa. Esta familia trabajadora le inculcó la importancia de la educación, lo que lo motivó a sobresalir en sus estudios. A lo largo de su vida escolar, Kroto se destacó en materias científicas, especialmente en química y física. Después de completar sus estudios secundarios, Kroto estudió química en la Universidad de Sheffield. Se graduó en 1961 y continuó su formación realizando un doctorado en química, donde comenzó a explorar las propiedades de las moléculas de carbono. Tras completar su doctorado, Kroto comenzó su carrera académica en la Universidad de Sussex en 1967. Después realizó estudios postdoctorales en Canadá y en los Laboratorios Bell de USA. Durante este tiempo, trabajó en varios proyectos que lo llevaron a investigar la química del carbono en profundidad. Su enfoque innovador y su capacidad para pensar de manera creativa lo distinguieron en el campo de la química. A medida que avanzaba en su carrera, comenzó a recibir reconocimiento internacional por sus contribuciones a la ciencia. Uno de los hitos más significativos en su carrera fue el descubrimiento de los fullerenos en 1985. Este descubrimiento se produjo durante un experimento en el que Kroto y su equipo utilizaron un láser para vaporizar carbono, creando una nube de átomos de carbono; a medida que estos átomos se enfriaban, comenzaron a unirse en estructuras esféricas, formando los fullerenos. Estos son moléculas que tienen una forma similar a un balón de fútbol y están compuestos por 60 átomos de carbono. Este descubrimiento fue revolucionario, ya que abrió nuevas áreas de investigación en química, física y materiales. La estructura única de los fullerenos les confiere propiedades excepcionales, en aplicaciones que van desde la medicina hasta la nanotecnología. Estas moléculas fueron nombradas a propuesta de Kroto con el nombre de backminsterfullerene (abreviado fullerene) en honor del arquitecto Richard Backminster Fuller, quién creó la cúpula geodésica. En 1996, fue galardonado con el Premio Nobel de Química por su descubrimiento de los fullerenos. Además, ha recibido numerosos otros premios y distinciones a lo largo de su carrera. Entre ellos se encuentran el Premio Copley de la Royal Society y el Premio de la Royal Society of Chemistry. En 1990 fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres y en 1996 fue nombrado Sir por la reina Isabel II. Harold Kroto no solo se ha destacado en la investigación, sino que también ha dedicado gran parte de su carrera a la educación y la divulgación científica. Su conexión con el arte y la cultura ha influido en su enfoque creativo hacia la ciencia. Kroto ha compartido su vida con su esposa Margaret Hunter, con quien ha criado a sus hijos, a quienes Kroto ha tratado de transmitirles la importancia de la educación y la curiosidad intelectual. Aunque fue criado como judío, ha afirmado que la religión nunca tuvo ningún sentido para él, y se autodenomina como un devoto ateo. Harold Kroto falleció en Inglaterra el 30 de abril de 2016.

El Fondo Kychenthal Hecht del Archivo Judío de Chile ingresa al Registro Nacional del Programa “Memoria del Mundo” de UNESCO

El patrimonio documental de Chile sumó un nuevo capítulo relevante: el Fondo Kychenthal Hecht, custodiado por el Archivo Judío de Chile, fue oficialmente incorporado al Registro Nacional del Programa Memoria del Mundo de la UNESCO. El reconocimiento destaca el valor histórico y humano de esta colección, que reúne la memoria de una familia judía que encontró refugio en el país tras huir del nazismo.El Programa Memoria del Mundo, creado por la UNESCO en 1992, busca proteger y garantizar el acceso al patrimonio documental mundial. Su labor se centra en la preservación de acervos históricos, la promoción de buenas prácticas archivísticas y la difusión de estos materiales para que puedan ser utilizados por investigadores y la ciudadanía. En Chile, la iniciativa es impulsada por el Comité Nacional Memoria del Mundo (MoWChile), dependiente del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, encargado de evaluar y postular fondos que contribuyen a ampliar la memoria histórica del país.Chile ya cuenta con varios fondos reconocidos en instancias nacionales, regionales e internacionales del programa. Entre ellos figuran el Fondo de los Jesuitas de América, los Archivos de Derechos Humanos vinculados al periodo de dictadura y la emblemática publicación Lira Popular. Todos estos acervos dan cuenta de la diversidad de expresiones, épocas y experiencias que conforman la memoria documental del país.En ese panorama, el Fondo Kychenthal Hecht destaca por la profundidad de su testimonio. La colección reúne más de 3.000 documentos producidos entre 1897 y 1972, entre ellos cartas, fotografías, certificados, pasaportes, autobiografías, material audiovisual y cuadernos de notas, dibujos. Los documentos retratan la vida de la familia Kychenthal–Hecht, quienes llegaron a Chile en 1939 escapando de la persecución nazi, y se convirtieron en parte de la comunidad judía chilena que reconstruyó su vida lejos de Europa.El acervo fue donado al Archivo Judío de Chile en 2018. Desde entonces, el equipo de la institución ha trabajado en su organización, digitalización y descripción, permitiendo que hoy sea accesible y consultado tanto por especialistas como por quienes buscan comprender la historia de las migraciones y del exilio en Chile.Su incorporación al Registro Nacional del Programa Memoria del Mundo marca un paso importante en el reconocimiento del patrimonio documental de la inmigración judía en el país. También reafirma la importancia de preservar testimonios que permiten reconstruir historias familiares atravesadas por la violencia, la pérdida y la resiliencia, pero también por la integración y el aporte cultural.El reconocimiento, además, compromete al Archivo Judío de Chile a asegurar la preservación a largo plazo del fondo, garantizar su accesibilidad y continuar impulsando su puesta en valor. Esto permitirá que sus documentos sigan siendo una fuente clave para estudios sobre migración, memoria del Holocausto y procesos de asentamiento de comunidades judías en América Latina.Con esta incorporación, el Registro Nacional Memoria del Mundo en Chile amplía su diversidad y reafirma la necesidad de proteger memorias que, aunque surgidas de experiencias dolorosas, forman parte esencial de la historia colectiva. El Fondo Kychenthal Hecht se consolida, así como un testimonio invaluable de desplazamiento, reconstrucción y memoria.Agradecemos a la Familia Kychenthal-Bab por su generosidad al compartir este valioso material. Les invitamos a apoyar y ser parte de una institución única, Archivo Judío de Chile.

Gabriel Dukes: “Vivimos rodeados de gente, pero profundamente solos, desnudos”

Gabriel Dukes cuenta que empezó a escribir casi por accidente. En el diario La Segunda le pidieron una columna sobre el duelo: “Me pareció aburridísima, así que preferí contar historias”, dice. Durante dos años escribió una cada semana: relatos sobre la angustia, la depresión, la enfermedad, el divorcio. “Ahí nació el doctor Lev”, recuerda.En 2017, una de esas historias se convertiría en su primera novela, “MalaMente”, que alcanzó tal impacto que fue seleccionada por el Consejo Nacional de la Cultura, las Artes y las Letras para la distribución de libros en las bibliotecas públicas del país.Dukes ha ejercido roles de liderazgo en salud mental a nivel nacional y ha realizado un trabajo comunitario activo: fue vicepresidente del Vaad Hajinuj —institución que coordina la educación judía en Chile— y ha participado en seminarios sobre el Holocausto en Israel.Tras la buena recepción de “MalaMente”, lanza “El psicoanalista desnudo”, también protagonizada por el doctor Lev, quien se describe con una fuerte identidad judía, y que vuelve para compartir su devenir con el lector: la relación distante con su hija, la enfermedad de su padre, el suicidio de un paciente y la muerte de su único hermano. Una novela que combina profundidad psicológica con crítica social.Para Fernando Araos, psicoanalista y expresidente de la Asociación Psicoanalítica de Chile, “Lev invita a entrar en su consultorio, en su vida y en las instituciones que matizan la su existencia… Desamparos y mezquindades, altruismo, miserias; por ahí va el protagonista con su historia, que es también la nuestra”. Ese es precisamente uno de los elementos distintivos de la novela. El autor dice que cada persona hace su lectura y que le sorprende qué cosas destacan: “Algunos terminan llorando, otros con rabia, otros con pena. Lo importante es que no solo entiendan el relato, sino que lo sientan. Quiero que lo vivan afectivamente, que se identifiquen con Lev”, explica Dukes.Lo confirma el escritor y periodista, Marcelo Simonetti: “Una de las premisas de una buena historia consiste en hacer que esta le importe al lector. Y Gabriel se las arregla bastante bien en hacer que el relato nos importe, empatizamos con Lev desde el inicio, porque de algún modo le pasan las cosas que nos pasan a nosotros”.¿Por qué Lev?“Lev significa corazón en hebreo. Yo creo que un psicoanalista, para ejercer su oficio, necesita sentir con el paciente. La empatía es por el corazón, no por la razón. Por eso Lev es humano: se contradice, se equivoca, arrastra cosas a su vida personal, transgrede límites, llega tarde. Es un psicoanalista, pero por sobre todo, un ser humano con fortalezas y vulnerabilidades, sensible al devenir de la vida”.¿Y usted, es así en su práctica?“Uno trata de hacerlo lo mejor posible. Con los años uno aprende que los modos de funcionamiento de las personas están muy arraigados. Una buena terapia no transforma a alguien en otra persona: lo ayuda un poco, lo alivia, lo hace entenderse más y llevar una mejor vida. Ayudar un poco es siempre mucho. Aceptar eso es un gran alivio para el terapeuta”.¿Cuánto tienen sus personajes de usted o de sus pacientes?“Inevitablemente algo mío hay. Pero más bien, la estructura que propongo en la novela me permite reflexionar sobre temas que me interesan. Por ejemplo, al doctor Lev lo construí como un hombre muy solo. La soledad lo vuelve frágil. Quise que estuviera expuesto a la intemperie emocional. Eso permite que los acontecimientos lo golpeen más. Además, Lev arrastra un duelo antiguo y terrible que determina su manera de ser”. ¿Es la soledad la mayor fragilidad humana?“Creo que la soledad deja a las personas desnudas y expuestas frente a la vida. El título del libro —El psicoanalista desnudo— lo pensé en ese doble sentido: la desnudez como intimidad, como una invitación a mirar lo privado de un oficio muy íntimo, pero también como vulnerabilidad. Hoy vivimos en una sociedad donde el hombre está muy solo”.¿Cómo lee la soledad a nivel sociológico, desde el psicoanálisis?“Los fenómenos sociales son multidimensionales y altamente complejos: se pueden comprender desde la sociología, la filosofía o el psicoanálisis. El psicoanálisis aporta al entendimiento de los fenómenos sociales, pero se requiere una mirada multidisciplinaria. La sociedad entendida como un grupo de personas hace exactamente lo contrario de lo que propone el psicoanálisis. Mientras esta disciplina invita a sesiones frecuentes, silencios largos, pensamiento pausado, la gente valora lo inmediato y privilegia la acción por sobre el pensamiento. Y eso tiene consecuencias”.¿En qué se nota que actuamos más de lo que pensamos?“En que muchas veces las personas apuradas toman malas decisiones. Muchas acciones requieren reflexión, quietud, tiempo. Hoy, sobre todo por las redes sociales, pensar se vuelve difícil. Entonces las personas se equivocan en aspectos fundamentales de la vida. El psicoanálisis ofrece un espacio donde la acción está suspendida para que el pensamiento pueda aparecer. Eso cambia mucho las cosas”.¿Cómo detener la acción para dejar entrar el pensamiento?“Ese es uno de los motivos por los que escribo. El acceso al psicoanálisis es limitado, pero un libro puede acercar a la gente al modo de pensar del psicoanalista. La novela está escrita en primera persona y en tiempo presente, lo que permite que el lector se tome de la mano del doctor Lev y se convierta, de algún modo, en psicoanalista. Claro que, al poco tiempo el lector comienza, estimulado por la lectura, a hacer su propia reflexión sobre temas que lo van tocando. En cierto sentido se transforma en paciente.En Chile, donde los problemas de salud mental son profundos, ¿cómo ve la situación un psicoanalista?“Freud, al observar el crecimiento del nazismo, dijo que el ser humano tiene impulsos que pujan por expresarse, que la cultura viene a domesticar los impulsos; pero que ésta a su vez, es muy frágil, como una piel que se desprende con facilidad. Hay que recordar que Freud vivió la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Hoy la sociedad está muy polarizada, la gente anda enojada, con rabia y con una carga agresiva muy alta. Existe un descontento asociado a la idea de resolver rápido problemas tremendamente complejos que requieren tiempo. La subjetividad propia está imponiéndose a los intereses de los demás. Esto contribuye al sentimiento de soledad.¿Cómo invitaría a leer esta nueva historia del doctor Lev?“Es entretenida, pero también profunda. El desafío es descubrir lo que está detrás de la narración. Es una invitación a viajar junto al doctor Lev. Busco que los lectores vivan con el corazón —lev— la gama de sentimientos que atraviesan la historia, y que puedan conmoverse con ella”.“El psicoanalista desnudo” está disponible en www.editorialforja.cl y en librerías de todo el país y también en Buscalibre. 

Desde el desierto de Yehudá: y la construcción de un hogar en Israel

De Santiago al corazón del desiertoCuando Michelle Saraga, Haichelis de soltera, recuerda su infancia en Chile, lo hace con gratitud. Creció rodeada de comunidad, impregnada del espíritu sionista que marcó a toda una generación de jóvenes judíos. “Crecimos insertos en una kehilá maravillosa”, cuenta. “A través de las tnuot y el colegio hebreo se nos enseñó un amor por Israel muchas veces más grande que el de los propios israelíes”.Ese vínculo, sembrado desde niña, floreció con fuerza años más tarde, durante su viaje de estudios a Israel. “Sentí que este era mi lugar”, confiesa. “Me tomó tiempo tomar la decisión, pero poco a poco mi familia fue viniendo: primero mi hermana, luego mi mamá y mis otros hermanos. Eso me dio el empujón final para hacer Aliá”.En 2009, Michelle dejó atrás Santiago y comenzó una nueva vida en el Medio Oriente. Hoy vive en Cfar Eldad, un pequeño ishuv enclavado en Gush Etzion, en pleno desierto de Yehudá. Allí, junto a su esposo colombiano y sus dos hijos —Avital, de 12 años, y Gabriel, de 9—, ha construido no solo su hogar, sino también su propio emprendimiento familiar: una empresa dedicada a la construcción y el diseño.Adaptarse y reconstruirseEl camino no fue fácil. “El proceso es duro, lleno de desafíos”, reconoce. Aunque había estudiado en el Colegio Hebreo y contaba con una base en el idioma, enfrentarse a la vida cotidiana en Israel fue una historia completamente distinta. “Tenía un hebreo básico que me sirvió para empezar, pero me tomó varios años sentirme segura para trabajar en mi profesión”.Durante ese tiempo, Michelle hizo de todo: limpió casas, trabajó en restaurantes, abrió un pequeño gan (jardín infantil) y poco a poco retomó su carrera como arquitecta. “Comencé con proyectos pequeños, y con el tiempo, a punta de perseverancia, fui creciendo. Hasta el día de hoy sigo construyendo mi camino”, dice con una sonrisa que mezcla orgullo y humildad.La vida en Israel, asegura, es intensa. “El israelí es apasionado, directo, fuerte. Todo se vive con intensidad. Pero al mismo tiempo, hay un sentido de comunidad y de propósito que no se compara con nada. Acá realmente me siento en casa”.Pertenecer a una tierra y a un puebloEl entorno donde vive refuerza esa conexión. Gush Etzion es una zona profundamente simbólica, marcada por la historia del pueblo judío y su retorno a la tierra ancestral. “Vivimos en un ishuv donde el amor por Israel es lo principal. Mis hijos crecen día a día amando esta tierra. El respeto y agradecimiento hacia los jayalim (soldados) que dan su vida para que podamos vivir es incondicional. Todo eso nos da un sentido de pertenencia muy fuerte”, relata.Para Michelle, criar hijos israelíes es una de las mayores satisfacciones de su vida. “No hay nada más gratificante que verlos amar su país, sentirse parte de su historia, hablar su idioma y crecer sabiendo que están construyendo el futuro de Am Israel”, dice con emoción. “Siento que formar mi familia aquí es el logro más importante que he tenido”.Desafíos cotidianos y resilienciaLa adaptación cultural también ha tenido sus momentos difíciles. “El israelí es gritón, muchas veces no le interesa darte un buen servicio, y caer en el hospital ha sido toda una prueba de paciencia”, confiesa riendo. Pero rápidamente añade: “Al final uno se adapta. Uno aprende a entender que detrás de ese tono fuerte hay un corazón enorme”.Los desafíos, explica, son constantes: “Partiendo por el idioma, que el de mis hijos no es el mismo que el mío”, dice entre risas. Pero a pesar de todo, siente que el país acoge y acompaña a quienes llegan. “Israel está cada día más comprometido con los olim jadashim. Hay una red de apoyo que te sostiene. El israelí, cuando ve que luchas, te tiende la mano”.Una fe compartida en el futuroMichelle no ignora los tiempos difíciles que vive el país, marcados por tensiones internas y amenazas externas. Pero en su voz hay esperanza. “Me gusta sentir que acá pertenecemos, que tenemos algo muy fuerte por lo que luchar. Israel atraviesa momentos duros, con mucha división interna, pero creo que el sentido de pertenencia nos va a ayudar a salir adelante. Solo si estamos unidos podremos enfrentar los desafíos como pueblo”.Su mirada se ilumina cuando habla de la vida diaria en Israel: “Es un país pequeño, pero lleno de vida. Hay una energía única, una mezcla de idiomas y culturas que se siente en cada esquina. Israel es un poco de cada olé jadash, un mosaico donde cada persona que llega aporta algo de sí misma”.“Israel es nuestro hogar”A quienes sueñan con hacer Aliá, Michelle les deja un mensaje simple pero profundo: “Que se vengan. Este es su hogar. Israel es un lugar tan pequeño y tan hermoso, y aquí pertenecemos”.Y concluye con una frase que resume su historia y su sentir: “Israel no es solo un país. Es una historia viva que elegimos habitar cada día, con esfuerzo, con amor y con fe”.Ficha de la EntrevistadaNombre completo: Michelle Saraga (Haichelis de soltera)Profesión: Arquitecta – especializada en diseño y construcción residencialLugar de residencia: Cfar Eldad, ishuv en Gush Etzion, Desierto de Yehudá, IsraelAño de aliá:2009Familia: Casada, madre de dos hijos: Avital (12) y Gabriel (9)Emprendimiento: Cofundadora de una empresa familiar dedicada a la construcción y el diseño arquitectónico en IsraelFormación: Título de Arquitectura obtenido en Chile, Estudios en el Colegio Hebreo, donde aprendió hebreo y desarrolló su vínculo con el sionismo y la identidad judía, diversos cursos de diseño y gestión de proyectos en IsraelIdiomas: Español, hebreo e inglésValores que la inspiran: Amor por Israel, unidad del pueblo judío, esfuerzo personal y sentido de pertenenciaFrase destacada: “Israel no es solo un país. Es una historia viva que elegimos habitar cada día, con esfuerzo, amor y fe”.

Janucá: se acerca la Fiesta de las Luminarias

Janucá es la Fiesta de las Luminarias, por un lado, por la historia del cántaro encontrado en un templo profanado, un pequeño cántaro que alcanzaba para un día, pero duró para ocho días, permitiendo que se fabrique nuevo aceite para que la luz eterna pueda estar encendida.Según otras fuentes, se debe a que ocho lanzas fueron encendidas y colocadas en el Templo oscuro al momento de su reconquista. Pero más allá de ello, Janucá es la Fiesta de las Luminarias porque la luz de esta historia trasciende a la anécdota histórica y se transforma en un paradigma de la respuesta judía frente a la crisis.Cuando analizamos Janucá, tenemos que verlo desde varias ópticas.Por un lado, el intento del pueblo judío por tener su autonomía religiosa e ideológica. Por otro, el aspecto militar, que relata cómo un pueblo se levanta en armas bajo el liderazgo de Matitiahu, y de sus cinco hijos.Pero Janucá también representa un ascenso espiritual.Hay una discusión en el Talmud, en Masejet Shabbat, donde se pregunta “¿Qué es Janucá?”, y la respuesta recuerda el milagro, y no la gesta militar. En el párrafo siguiente se describe una discusión entre las casas de Hillel y Shamai sobre cómo debía encenderse la Janukía. Shamai planteaba que la sorpresa mayor del milagro se daba en el primer día, por lo tanto, en el primer día debían encenderse ocho velas e ir disminuyendo hasta llegar a una el último día. Hillel en cambio, decía, “maalim vakodesh ve lo moridim”, se crece en santidad y no se debe decrecer. Esa idea - no sé si la más lógica pero sí la con mayor sentido- es la que prosperó y llegó hasta nuestros días. Por eso en el primer día encendemos una vela y así sucesivamente hasta que en el último encendemos la Janukía completa. Entonces Janucá representa no solamente una anécdota en la historia del pueblo judío, que tiene varias fuentes, como el libro de los “Macabeos”, “Antigüedades Judías”, e incluso “La Guerra de los Judíos” de Flavio Josefo, sino que simboliza un arquetipo que se repite en la historia del pueblo judío. Ante una crisis, la respuesta judía es el atrevimiento. Así como los Macabeos se atrevieron a encender una luz, sabiendo que no era suficiente el aceite, y después se produjo el milagro, así el pueblo de Israel sigue creando milagros. Como decía David Ben-Gurión: "En Israel, para ser realista, debes creer en los milagros". Y así se estableció el Estado de Israel. Cuando se declaró la independencia no había suficiente “aceite” como para resguardar las fronteras y crear un Estado. Sin embargo, cuando se tomó la iniciativa, se produjo el milagro.No siempre el milagro fue fácil de alcanzar.En los guetos, el milagro consistía en salvaguardar la honra del pueblo judío. Así, los héroes de las revueltas, de guetos y campos de exterminio quedaron en la memoria colectiva como un antecedente vital de que la sangre de Israel no debe fluir como el agua. En síntesis, la Fiesta de las Luminarias —Jag Urim— así se la denomina en hebreo (de muchos “or”, de muchas luces), tiene distintas facetas y acá describimos solamente una parte de ellas.El resto aparecerá durante la historia de nuestro pueblo. Que siempre sean para bendición, para resguardar la identidad judía, para preservar nuestra particularidad y para que la honra de Israel sea eterna.Jag Urim Sameaj. Una hermosa y significativa celebración de Janucá para toda nuestra comunidad y para todo el pueblo de Israel.

Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina

Eric Kandel nació en Viena el 7 de noviembre de 1929, antes de la Segunda Guerra Mundial. Sus padres eran comerciantes y se aseguraron de que recibiera una sólida educación primaria. A medida que la influencia nazi crecía, también lo hacía la persecución de la población judía de Austria, que entonces incluía a muchos líderes en ciencia y medicina. Su familia se mudó a los Estados Unidos justo después de la anexión nazi. Asistió a la Yeshiva de Flatbush y se hizo fluente en hebreo y Jumash, además de una educación secular de primera clase. A lo largo de su vida, atribuyó esto como la base de su curiosidad intelectual. Kandel se sintió atraído por la Historia, y obtuvo su primer título en la Universidad de Harvard con una disertación sobre la actitud ante el nacional socialismo de tres escritores alemanes: Carl Auckmayer, Hans Carossa y Ernst Jünger. Bajo la influencia de una compañera de estudios y de los padres de ella, ambos psicoanalistas, Kandel se interesó por la biología de la motivación y por los procesos conscientes e inconscientes de la memoria. Luego fue a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Tenía la intención de practicar psicoanálisis, pero su carrera dio un giro cuando se inscribió en un laboratorio que trabajaba en neurociencia celular. Luego fue al NIH, a las universidades de Nueva York y Columbia, investigando la base biológica del aprendizaje y la memoria. Se dio cuenta de que para hacerlo necesitaba el modelo animal más simple y básico y eligió el caracol marino Aplysia Su formación posterior se repartió entre la Neurofisiología y la Psiquiatría en las universidades de Massachusetts, Harvard y París. En 1965 fue nombrado director del Centro de Neurobiología de la Universidad Columbia, en cuyo laboratorio concentró su actividad investigadora sobre neurotransmisores.El cerebro está compuesto por numerosas células nerviosas que se comunican entre sí mediante el envío de señales eléctricas y químicas, las que controlan nuestro cuerpo y nuestro comportamiento. Eric Kandel estudió cómo se almacenan los recuerdos en estas células nerviosas. Su descubrimiento más importante se produjo en 1970, mientras estudiaba el Aplysia, con un sistema nervioso simple, en que, a medida que el caracol aprendía, las señales químicas modificaba la estructura de las sinapsis, donde se envían y reciben dichas señales. Posteriormente, demostró que la memoria a corto y largo plazo se forma mediante señales diferentes. Esto se cumple en todos los animales que aprenden, desde los moluscos hasta el ser humano. Kandel relaciona algunos de sus hallazgos con las ideas básicas acerca del conocimiento propuestas por el empirismo y por el racionalismo durante el siglo XVII. Así, mientras Locke sostenía que no había conocimiento innato y que todo se debía al aprendizaje, Kant sostenía que nacemos con ciertos esquemas innatos. La realidad les da la razón en parte a los dos. La anatomía del circuito neural es un ejemplo sencillo del conocimiento a priori kantiano, mientras que las modificaciones de las conexiones particulares dentro de ese circuito reflejan la influencia de la experiencia.Miembro de numerosas academias, Kandel recibió el Premio Nobel de Medicina el año 2000. A lo largo de su carrera, identificó su experiencia con el antisemitismo y su educación judía como un componente formativo de su vida. De 96 años, está casado con Denise y tienen dos hijos.

Jánuca en la Municipalidad de Lo Barnechea

Lo Barnechea es una comuna caracterizada por su diversidad y por la convivencia armoniosa de distintas tradiciones religiosas. En sus calles conviven sinagogas, iglesias y templos de distintas denominaciones, todos acompañados por una municipalidad que promueve activamente la libertad de culto y el respeto entre comunidades.Con este espíritu nació la Oficina Municipal de Asuntos Religiosos (OMAR), encargada de gestionar y fortalecer las políticas comunales en materia religiosa, brindando asesoría técnica para la obtención de personalidad jurídica, acompañando a líderes comunitarios, orientando postulaciones a fondos concursables y actuando como puente entre las entidades religiosas locales y la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos. También lidera y apoya la realización de celebraciones y eventos religiosos que requieren coordinación con el municipio, espacios públicos u otras instituciones del Estado.La OMAR de Lo Barnechea es la única en el país dirigida por una persona de la comunidad judía, lo que ha permitido fortalecer el diálogo interreligioso. Este año se han realizado dos desayunos de encuentro, encabezados por el alcalde Felipe Alessandri y representantes de todas las religiones, incluidos rabinos del Círculo Israelita y de Aish HaTorá.En este contexto, se celebrará por segunda vez Jánuca en Lo Barnechea, una festividad que convoca tanto a vecinos judíos como no judíos en un gesto de luz, encuentro y comunidad. Este evento refleja el compromiso permanente del municipio, de la OMAR y del alcalde con crear las condiciones necesarias para que cada vecino pueda vivir su fe con tranquilidad, respeto y plena libertad, avanzando en temas prácticos como el uso del espacio público, estacionamientos y otras gestiones que mejoran la vida religiosa de todos.Invitamos a toda la comunidad a participar en esta ceremonia para compartir y encender juntos la luz de la diversidad y la amistad.Jueves 18 de diciembre a las 18:30 hrs.

Una noche de luz con cello y piano para celebrar Jánuca

Para compartir el encendido de la cuarta vela de Jánuca, el área de Extensión Cultural del Círculo Israelita ha organizado un inédito concierto de Schubert, Beethoven y Chopin.Las intérpretes son la pianista Dafna Barenboim, quien estudió en la Escuela Moderna de Música, el Instituto de Música de la Universidad Católica, la Universidad de Indiana (EE. UU.), Mannes School of Music y Robert Abramson Dalcroze Institute.Elisa R. Sádaba es chelista. Estudió en Yale y en el Boston Conservatory, entre otros. Además de su carrera como intérprete, enseña violonchelo en el Conservatorio de la Universidad Mayor y en la Universidad de Chile. Conversamos con ellas para conocer su pasión y detalles del concierto que ofrecerán a la comunidad.Dafna, muchos te conocíamos como alguien dedicado a la música desde el colegio. ¿Siempre supiste que dedicarías tu vida a esto?"No siempre supe. Cuando era bien chica quería ser psicóloga de guaguas. Tocaba piano y a los ocho años gané un concurso, después vinieron otros y se fue dando. En cuarto medio, mi profesora de piano me dijo que no me iba a hacer más clases hasta que yo decidiera. Y decidí que yo quería seguir. Lo decidí conscientemente, porque a veces no estudiaba como debería haber estudiado."Elisa, ¿cuándo decidiste dedicarte a la música?“Cuando tenía unos cinco años, llegó una chica con un cello y se sentó a tocar: cuando empezó a sonar, yo no podía creer lo que estaba escuchando. Me enamoré y le dije a mi madre que yo quería hacer eso, y desde entonces siempre tuve claro que quería dedicarme al cello.Ha sido una de las decisiones más claras que he tenido en mi vida”.¿Quiénes marcaron de manera más profunda su identidad musical?Dafna: “Por una parte es algo con lo que uno nace, como que uno lo recibió. Y eso no lo puedo explicar con palabras, es algo bien mágico. La otra parte es lo que uno recibe de los profesores. Todos mis profesores han ayudado y me han entregado conocimiento para poder convertirme en lo que soy como músico y como persona, como pianista, en distintas etapas de la vida.”Elisa: “Es una pregunta muy complicada. Yo diría que sí o sí, los primeros referentes musicales que podría tener son profesores como Roman Jablonsky, Iñaki Echepare; todos me han marcado y han sido referencias. Después uno escoge dónde estudiar por el profesor. En mi caso, fui a Yale porque estaba Aldo Parisot, y después fui al Boston Conservatory porque estaba Rhonda Rider.En segundo lugar, diría que hay artistas que a uno lo marcan en diferentes periodos de la vida. No podría nombrar uno o dos, pero al final uno admira a distintos artistas en distintos momentos de la vida porque va cambiando tu apreciación”.Dafna: ¿Por qué dices que tu carrera es parte inseparable de tu identidad?"Ser pianista es como parte de mí. No lo puedo separar de quien soy. Está en constante desarrollo. El piano me eligió a mí y las cosas se van dando por algo. Yo necesito la música, necesito estudiar y necesito tocar. Me hace muy bien. También hay una sanación en ello”.Elisa, tu formación ha sido en instituciones de élite. ¿Cómo ha marcado eso tu perfil profesional?“La exigencia era enorme. En cada clase se espera que estés tocando un nivel muy alto, sin bajar la intensidad y eso era muy estresante, pero me hizo estar muy segura de haber decidido ser chelista, de haber estudiado la carrera de música y comprometerme a llevar un estilo de vida en que tienes que estudiar todos los días.Además, te enseña a ser riguroso contigo mismo para lo que uno enfrenta después”.Sueles presentarte con Dafna: ¿Qué las une?“Tocamos juntas hace varios años y primero nos unió la música, después la amistad. Hoy somos familia, básicamente.A veces, con algunas personas, las cosas funcionan mágicamente, y Dafna es una de esas personas. Uno hace clic y no hacen falta palabras”.¿Cómo eligieron las piezas para el concierto en el Mercaz?Dafna: “Nos pidieron que fuera algo alegre. Pensamos en que las variaciones de Beethoven, que están escritas sobre un tema de Händel, de Judas Maccabeo. Entonces, me pareció muy lindo tocarlo en Jánuca. Además, las variaciones están escritas justo para cello y piano.Por otra parte, la “Polonesa” de Chopin es alegre, tiene una parte de baile, y Schubert, que es un compositor con quien siento una conexión especial, porque este año estamos con esa pieza, que quisimos compartir con todos, porque es preciosa”.Invitación:Ven a disfrutar de la música junto a estas destacadas artistas, y a encender en comunidad la cuarta vela de Jánuca, la “Fiesta de las Luces”.Miércoles 17 de diciembre a las 19:15Entrada liberada. Se solicita puntualidad.Inscripción en socios@cis.cl

Kavod haMet: el precepto judío de honrar la vida, incluso en la muerte

ZAKA nace de una necesidad concreta: después de atentados y accidentes, restos humanos dispersos por el lugar quedaban sin reconocimiento y sin entierro adecuado. Su nombre —Zihuy Korbanot Ason, “Identificación de Víctimas de Desastre”— resume su tarea. Formalmente constituida en la década de 1990, la organización creció a partir de jóvenes religiosos que comprendieron que la preservación de la dignidad del muerto es un mandato máximo en la tradición judía: “Para salvar a los vivos, para honrar a los muertos”. Desde entonces, ZAKA se convirtió en la estructura principal en Israel para la recuperación, embalaje y documentación de restos humanos tras atentados, accidentes y desastres naturales. Una tarea sagrada: la halajá y el deber humanPara muchos voluntarios, lo que hacen es la mitzvá suprema: devolver al fallecido la posibilidad de inhumación completa y respetuosa. La norma religiosa que exige enterrar a un difunto “lo más entero posible” impulsa la minuciosidad: buscar hasta el último fragmento, identificarlo, reunirlo y entregarlo a sus familiares o a las autoridades competentes. Esa exigencia técnica y moral convirtió a ZAKA en un puente entre la ley religiosa, la medicina forense y las fuerzas de seguridad. Las descripciones de quienes hacen el trabajo hablan por sí solas. Voluntarios de ZAKA se entrenan para entrar a escenarios que otros no pueden soportar: restos humanos, escenas de violencia extrema, cadáveres desmembrados. En entrevistas recogidas por organizaciones y medios, los rescatistas cuentan la carga emocional y la disciplina necesaria. Yossi Landau, veterano de ZAKA, lo resume en frases repetidas en reportes: su misión es recuperar cuerpos para que los familiares tengan a quién llorar y enterrar. “En el judaísmo, una persona debe ser enterrada completa. Recuperamos lo que podamos; es la mayor mitzvá que puedes hacer por otro”, explicó en una crónica. Human Rights Watch entrevistó a diez voluntarios que sirvieron tras el 7 de octubre y documentó el peso psicológico que cargan: describen escenas que “no se borran” y la sensación de cumplir una función esencial cuando todo lo demás parece desmoronarse. El 7 de octubre: una labor que se volvió centralZAKA no es improvisación: sus brigadas reciben formación en identificación forense, primeros auxilios, procedimientos de preservación de restos y coordinación con policía y fuerzas de emergencia. La organización opera en decenas de distritos y cuenta con unidades reconocidas por el Estado; además, mantiene presencia internacional y ha sido desplegada en catástrofes fuera de Israel en misiones humanitarias. Antes de octubre de 2023, ZAKA ya era conocida por su trabajo en atentados e incidentes masivos; tras el 7/10 su actividad se multiplicó tanto en volumen como en visibilidad. Dicho ataque, colocó a ZAKA en un rol especialmente público y desgastante. Tras las escenas de violencia y los secuestros masivos, los equipos se movilizaron a numerosos frentes para recuperar restos y ayudar en la identificación de víctimas. La magnitud y crudeza del atentado —con civiles asesinados en terreno abierto, cuerpos dispersos y heridas atroces— exigió una intensidad de trabajo pocas veces vista. Human Rights Watch y otros informes recogieron las experiencias de los rescatistas que, a su vez, fueron la primera línea para dar dignidad a las víctimas en medio del horror. Cuando han ocurrido intercambios entre Israel y Hamas —ya sea de prisioneros, rehenes o cuerpos— ZAKA ha estado presente en la recepción, la identificación y la documentación de las víctimas devueltas. La recuperación de cuerpos entregados o recuperados por las fuerzas implica una cadena de custodia estricta y un abordaje que combina forense, religioso y diplomático. Informes sobre la devolución de cuerpos —como la cobertura sobre la recuperación de rehenes fallecidos— subrayan el papel de ZAKA: identificar, verificar y devolver los restos a familias en condiciones de respeto y certificación. En mayo de 2024, cuando se recuperaron cuerpos de rehenes, medios documentaron la llegada de los restos, la participación de equipos forenses y las familias que recibieron a sus seres queridos; ZAKA formó parte de ese proceso de restitución y reconocimiento. El costo humano: trauma, recogimiento y sentidoQuienes trabajan en ZAKA insisten en que el trabajo no es “heroísmo” exhibido, sino servicio a la humanidad y cumplimiento de un mandato. A la vez, reconocen el peso del trauma: meses después de los episodios más duros llegan las emociones. Voluntarios hablan de noches sin dormir, de recuerdos que invaden la vida cotidiana, y de la necesidad de apoyo psicológico. La organización, por su magnitud y visibilidad, también ha sido objeto de donaciones y apoyo público que permitieron sostener la operación intensiva después de octubre, cuando la demanda fue extrema. La exposición pública y el trabajo en zonas conflictivas han traído también debates: cómo coordinar con fuerzas militares, cómo asegurar la cadena de custodia en contextos bélicos, y cómo proteger la salud mental de los voluntarios. Informes de derechos humanos señalaron que la visibilidad de ZAKA en la escena hizo que sus voluntarios fueran entrevistados y que sus relatos sirviesen para documentar crímenes; al mismo tiempo, la organización ha debido administrar una enorme presión mediática, logística y emocional. El gesto que sostiene: memoria, dignidad y justiciaZAKA encarna una confluencia singular: ley religiosa, ciencia forense y acción comunitaria. Su labor recuerda que, aun en la violencia más extrema, el reconocimiento del cadáver, su identificación y su entierro respetuoso son formas de resistencia moral: una manera de afirmar que la humanidad de la víctima no se pierde, que cada nombre cuenta. Para las familias, la identificación y la entrega de restos es una etapa clave del duelo; para la sociedad, es prueba y memoria. El trabajo de ZAKA no es solo técnica: es un gesto ritual y humano que sostiene a la comunidad en los días más oscuros. Mientras los debates políticos sobre guerra y seguridad continúan, en los escombros y en las morgues hay personas que buscan fragmentos, fotografían, documentan y devuelven. Son voluntarios que recuerdan la enseñanza clásica: honrar al muerto es honrar a la vida. En ese puente entre la ley, la ciencia y el corazón, ZAKA sigue recogiendo —literal y simbólicamente— lo que queda de nosotros, para que nuestras historias no se pierdan en la violencia. RECUADROS: Citas de voluntarios de ZAKA tras el 7 de octubreEstas citas muestran no solo la brutalidad del 7 de octubre, sino el compromiso profundo de los voluntarios de ZAKA: llevar dignidad, consuelo y cierre a familias destruidas, aun frente al horror. Son voces que recuerdan que cada cuerpo cuenta, cada nombre importa, y cada acto de rescate es una plegaria hecha acción."Les digo a los voluntarios que estamos en una misión. Es una misión sagrada. Está en nuestra religión... Vamos a lograr que todos tengan una tumba y un lugar donde su familia pueda venir y decir una bendición y dar una bendición". Yossi Landau (Jefe de Operaciones del sur de ZAKA) Líder del equipo que coordinó recuperación de cuerpos tras los ataques, incluyendo zonas rurales y comunidades al sur. (AJC)"No tenía idea de por dónde empezar... Descubrí que el hombre recibió un disparo en la cabeza. Después de eso, levanté la cabeza y comencé a ver cuerpos esparcidos por la carretera de izquierda a derecha”. Jamal Waraqi (Voluntario árabe-israelí de ZAKA). Estuvo en la ciudad de Sderot, una de las primeras ciudades atacadas; describe el shock inicial al llegar a escenas de masacre. (Times of Israel)"Nunca habíamos visto algo así, ni en escala ni en brutalidad". Eli Turjeman (Voluntario veterano de ZAKA). Trabajó en el centro forense tras el 7 de octubre identificando cuerpos, comparando con otros desastres previos; su testimonio resalta la magnitud emocional del evento. (ynetglobal)“No se puede borrar lo que vimos allí... Es algo que la mente de una persona normal no puede manejar”. Elchanan Shachaf (Voluntario de ZAKA). También en las operaciones de identificación en Shura base y otras zonas; su frase refleja el trauma persistente que enfrentan quienes hacen este trabajo. (ynetglobal)“El siete de octubre había este camino maldito, el camino 232. Era imposible seguir conduciendo. Todo el camino condujimos entre los autos de las víctimas, docenas de ellos”. Oz Avizov (comandante de la unidad de resiliencia de ZAKA). Dirige programas de apoyo psicológico y resiliencia para los voluntarios; recuerda escenas de carreteras llenas de autos de víctimas tras el ataque. (Zaka)“Los eventos a los que estuvieron expuestos estaban en una escala que nadie había encontrado antes... Hay recuerdos que nunca podremos borrar”. Atzmon Meshulam (Líder del departamento de resiliencia de ZAKA). Coordina retiros terapéuticos y apoyo psicológico para voluntarios de ZAKA; sus palabras subrayan la magnitud del trauma y la necesidad de ayuda continua. (Times of Israel)

David Morris Lee, Premio Nobel de Física

David Morris Lee nació el 20 de enero de 1931 en Nueva York en el seno de una familia judía de clase media. Como muchos científicos judíos de su generación, Lee creció en un entorno familiar que fomentaba la disciplina, la curiosidad científica y la excelencia académica, características que marcarían toda su trayectoria profesional. Lee cursó sus estudios de pregrado en Harvard, donde obtuvo el grado de Bachelor of Arts en 1952. Posteriormente, realizó estudios de posgrado en Yale, donde se doctoró en Física en 1959. Tras completar su formación, se incorporó al departamento de física de la Universidad de Cornell, con la cual mantuvo un estrecho vínculo durante toda su carrera académica, llegando a ocupar el cargo de Profesor de Física y Profesor Emérito. El aporte científico más relevante de Lee se produjo en 1970, cuando descubrió el fenómeno de la superfluidez del helio-3, un estado cuántico de la materia que aparece a temperaturas extremadamente bajas, cercanas al cero absoluto. Observó un cambio repentino en sus propiedades físicas, indicando un estado completamente nuevo de la materia, un estado superfluido, en el cual el líquido fluye sin fricción ni viscosidad y manifiesta efectos cuánticos a escala macroscópica. Este hallazgo representó un avance fundamental en la comprensión de la mecánica cuántica macroscópica y de la física de bajas temperaturas, aportando una nueva dimensión al estudio de los sistemas cuánticos colectivos. Por este trabajo, recibió el Premio Nobel de Física en 1996. A lo largo de su carrera, destacó no solo por su rigor experimental, sino también por su dedicación a la docencia y la formación de nuevas generaciones de físicos. Fue miembro de la American Physical Society, de la National Academy of Sciences y de la American Academy of Arts and Sciences, entre otras instituciones de prestigio internacional.Aunque no existen registros de una práctica religiosa activa, su identidad judía se inscribe dentro de una tradición cultural que valora la educación, el pensamiento crítico y la búsqueda del conocimiento, factores que influyeron notablemente en su formación intelectual. Su pertenencia a la comunidad judía, aunque principalmente cultural, refleja un marco de valores centrado en la educación y la investigación como medios de desarrollo humano y social. En este sentido, Lee forma parte de una extensa tradición de científicos judíos cuya contribución al conocimiento ha sido determinante en la ciencia moderna. El judaísmo según Lee explora la identidad y la cultura judía más allá de la religión y el nacionalismo, centrándose en cómo los lazos sociales y la historia compartida pueden mantener una identidad judía secular. Su trabajo analiza cómo la condición social judía ha influido en la cultura y si el judaísmo moderno y puede persistir sin prácticas religiosas o sin la nación de Israel. Las ideas clave incluyen la existencia de un judaísmo basado en la cultura y la comunidad, la identidad a través de la aculturación y la posibilidad de una identidad judía que no esté ligada al nacionalismo.David Morris Lee falleció el 17 de mayo de 2024, dejando un legado científico de profundo impacto en la física contemporánea y en la comprensión de los fenómenos cuánticos a bajas temperaturas. David M. Lee es considerado uno de los pioneros de la física moderna, y su trabajo abrió el camino para el estudio de aplicaciones en superconductividad y tecnología cuántica.

Se cumplen 78 años del Plan de Partición

El Plan de Partición de la ONU, aprobado el 29 de noviembre de 1947, fue uno de los hitos diplomáticos más influyentes del siglo XX. Su objetivo era claro: dividir el Mandato Británico sobre Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, para poner fin a décadas de tensiones irreconciliables. Para el pueblo judío representó la concreción de un anhelo de dos milenios; para el liderazgo árabe, un proyecto inaceptable. A casi ocho décadas, su legado sigue siendo central para entender el conflicto vigente.Un diagnóstico temprano: la Comisión Peel de 1937El concepto de partición no nació en la ONU. Diez años antes, en 1937, la Comisión Peel —enviada por Londres para investigar la violencia creciente en Palestina— llegó a una conclusión que cambiaría la historia: árabes y judíos no podían coexistir bajo un mismo aparato político.El informe propuso dividir el territorio y poner fin al Mandato Británico. Aunque la idea fue rechazada, instaló por primera vez el debate sobre la necesidad de dos entidades políticas separadas.La ONU toma el controlTras la Segunda Guerra Mundial y el trauma del Holocausto, la situación en Palestina se volvió insostenible. El Reino Unido, incapaz de frenar los ataques entre ambas comunidades, entregó el problema a la recién creada ONU.El Comité Especial para Palestina (UNSCOP) retomó la conclusión de la Comisión Peel y propuso la Resolución 181, aprobada el 29 de noviembre de 1947, que estableció la partición del territorio y un estatus internacional para Jerusalén.El apoyo diplomático fue inusual: Estados Unidos y la Unión Soviética, rivales en casi todo, coincidieron por única vez en respaldar la creación de un Estado judío.El rechazo árabeLa dirigencia árabe palestina rechazó el plan de plano. Lo consideró un acto de fragmentación y sostuvo que la presencia judía no debía ampliarse ni institucionalizarse. Sus demandas incluían detener la inmigración judía, prohibir nuevas compras de tierras y evitar cualquier reconocimiento de un “hogar nacional judío”.La oposición árabe significó que el plan nunca pudiera implementarse pacíficamente: la guerra de 1947-1949 terminó fijando las líneas de control territorial, no la diplomacia. Así, la partición “real” fue el resultado del conflicto armado, no de la Resolución 181.Un mapa difícil Los propios defensores del proyecto sabían que partir el territorio era una tarea casi imposible. Palestina era pequeña, con poblaciones mezcladas y una economía profundamente interdependiente.Carreteras, redes de agua, cultivos y mercados estaban interconectados. Separar esas piezas sin generar rupturas sociales, económicas y logísticas era prácticamente imposible. Las fronteras sugeridas por la ONU reflejaban esa complejidad.La importancia históricaSin comprender ese punto de partida, resulta imposible entender la lógica, los desafíos y los fracasos que han acompañado décadas de búsqueda de una solución duradera. De él se desprenden tanto las guerras que marcaron la región como los múltiples intentos de paz que, hasta hoy, siguen basándose en la misma idea central: la creación de dos estados para dos pueblos.Un nuevo comienzo para el pueblo judíoPara el pueblo judío, la partición representó un nuevo comienzo y la concreción de un largo anhelo. Después de siglos de persecuciones, expulsiones y antisemitismo —culminados en la tragedia del Holocausto— la posibilidad de tener un Estado propio significaba dejar atrás la vida como minoría vulnerable y recuperar la capacidad de decidir su destino.El reconocimiento internacional del derecho del pueblo judío a un hogar nacional en su tierra ancestral abrió la puerta a la construcción de una nación que siempre mantuvo a Israel y a Jerusalem como centro y referencia cultural y religiosa.  La misma tierra (Israel), el mismo idioma (hebreo) y la misma fe (judaísmo)  

La pluma judía detrás de Uzi Rock y Abi Gold

“Soy una persona en constante búsqueda, sin saber a veces lo que está buscando”, comienza esta entrevista Diego, más conocido por su nombre en hebreo y pseudónimo, Shmuel Fuks. Esa inquietud lo define. La escritura no fue un camino recto, sino una serie de intentos que partieron a los 12 años, cuando quiso redactar un libro de guerra en una libreta. No pasó de cinco páginas, pero aquella derrota temprana lo animó a volver años más tarde con poesías, cuentos cortos y, finalmente, novelas.Orientador vocacional y psicólogo de formación, especializado en psicoterapia adolescentes, adultos y estimulación cognitiva adultos mayores, reconoce que escuchar a otros le dio material para imaginar historias. “Escribir es una especie de catarsis, incluso terapéutica”, explica, y lo hace siempre desde un espacio de soledad buscada, donde nacen sus mejores ideas.El escritor que no quiere llamarse escritorCon humildad, asegura que la etiqueta de “escritor” le queda grande. “Simplemente me gusta escribir”, dice. Hoy tiene tres publicaciones: un libro de cuentos para niños y dos novelas de aventuras protagonizadas por Uzi Rock y Abi Gold, héroes que enfrentan misiones al estilo “elige tu propia aventura”. Su objetivo es claro: entretener y enseñar. “Me gusta que cuando alguien lea, quede una moraleja o enseñanza”.De niño devoraba los libros de la serie Los Hollister y las novelas de Agatha Christie que guardaba su abuela. Más tarde, los volúmenes de “Elige tu propia aventura” lo marcaron profundamente. En el cine, los espías de James Bond o la saga de Misión Imposible también dejaron huella. Todo ello confluyó en sus novelas actuales, que combinan acción, misterio y valores.Judaísmo en clave narrativaAunque insiste en que sus obras no son religiosas, reconoce que el judaísmo siempre está presente. “El judaísmo le ha entregado al mundo valores y enseñanzas. Yo trato de camuflar esas ideas en alguna historia”. En sus libros, la honestidad, la responsabilidad y la solidaridad están al centro.Los protagonistas, Uzi Rock y Abi Gold, reflejan distintas facetas: uno fuerte y reflexivo, el otro más cercano al lector, con miedos pero también valentía. Ambos encarnan una ética universal: se puede triunfar sin romper reglas. El desafío de escribir “kasher”Uno de los retos más grandes fue crear historias atractivas que a la vez fueran aptas para niños y jóvenes de familias religiosas. “Debía esforzarme al máximo para que fueran entretenidas, con un buen argumento y totalmente respetuosas”, comenta. En su segunda novela, incluso abordó la Segunda Guerra Mundial y a los nazis, con cuidado y respeto.Proyección y futuroActualmente sus libros se pueden encontrar en el Instituto Hebreo, el Maimónides School y en Amazon. Está en conversaciones con editoriales para llegar a un público más amplio. Acaba de terminar la última entrega de la saga de Uzi Rock y no descarta explorar otros géneros.¿Un sueño? Ver sus historias en cine o televisión. “Me gustaría que fueran fieles al libro, porque la imaginación siempre entrega más. Pero si llegaran a la pantalla, significaría que fue todo un éxito. Ese sería un sueño cumplido”.Dónde Comprar: Instituto Hebreo, el Maimónides School y en Amazon o directamente con Diego a su mail shalomjai@gmai.com

El olvidado éxodo de los judíos de los países árabes

Las comunidades judías en países árabes tienen raíces que se remontan a siglos antes del surgimiento del islam. Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX, entre 700.000 y 850.000 judíos que habían vivido durante generaciones en ciudades como Bagdad, El Cairo o Trípoli se vieron obligados a abandonarlo todo. Tras la creación de Israel, estas comunidades enfrentaron hostilidad, violencia, expropiaciones y, finalmente, el exilio.Según Ron Prosor, diplomático y escritor israelí, “la partida de los judíos de los países árabes no fue casual; se debió al fracaso de los líderes árabes de eliminar a Israel con un ataque militar en 1948. Los judíos fueron detenidos arbitrariamente, torturados y despojados de sus bienes”. Sobre la falta de reconocimiento internacional, afirma que refleja “una especie de cooperación con los estados árabes que pretenden borrar toda memoria de la historia judía en sus tierras”.Violencia, pogromos y operaciones de evacuaciónA la presión política se sumó la violencia directa contra los judíos en varios países árabes. Libia vivió disturbios antijudíos incluso antes de 1948, mientras que en Irak los atentados y persecuciones se intensificaron después de la creación de Israel. Ante esta realidad, cerca del 90% de los judíos de países árabes llegó como refugiado al recién fundado Estado de Israel, que debió organizar complejas operaciones de rescate para trasladar a comunidades enteras.La Operación Ezra y Nehemías (1951-1952) trasladó entre 120.000 y 130.000 judíos iraquíes a Israel, mientras que la Operación Alfombra Mágica (1949-1950) evacuó a casi toda la comunidad judía de Yemen mediante vuelos especialmente organizados. La mayoría de estos migrantes, despojados de sus bienes, llegó en extrema vulnerabilidad.La diferencia entre dos historiasLa historia de los refugiados judíos y la de los refugiados palestinos tomó caminos muy distintos. Mientras los palestinos fueron desplazados en el contexto de la guerra iniciada con la invasión árabe al naciente Estado de Israel, este nuevo país recibió e integró a los judíos expulsados del mundo árabe como ciudadanos con plenos derechos.En 1948, algunos líderes árabes pidieron a parte de la población palestina evacuar temporalmente mientras sus ejércitos intentaban “eliminar” a Israel. Muchos nunca pudieron regresar y quedaron en campamentos, siendo catalogados como refugiados. Con el tiempo, su número creció de unas 600.000 personas a más de cinco millones, al ser el único grupo del mundo cuyo estatus de refugiado es hereditario.En contraste, los judíos expulsados de países árabes fueron absorbidos por Israel y se integraron activamente en su sociedad, reconstruyendo su vida desde cero.Los nuevos inmigrantes se convirtieron en una parte esencial de la población israelí. Su llegada transformó la demografía y la cultura de Israel, enriqueciendo su sociedad con tradiciones, música y gastronomía de sus países de origen.Falta de reconocimientoEl éxodo provocó la desaparición casi total de comunidades judías que habían florecido durante siglos en ciudades emblemáticas de Medio Oriente y el Norte de África. Para muchos mizrajíes, la migración no fue solo un traslado físico, sino una ruptura cultural, emocional y personal.Pese a su magnitud, este éxodo ha sido poco reconocido y a menudo eclipsado por otras narrativas sobre los desplazamientos en la región, sobre todo al presentar a los palestinos como si fueran los únicos refugiados de 1948. Sin embargo, recordarlo es fundamental para valorar tanto el dolor como la fortaleza de quienes, obligados a partir, supieron reinventarse y preservar su identidad.Además, permite subrayar el papel del Estado de Israel, que acogió a la mayoría de los desplazados y reafirmó su función de hogar nacional del pueblo judío.Recordar este éxodo no es solo un acto de justicia histórica: es reconocer que el pueblo judío sobrevivió nuevamente a la expulsión y reconstruyó su vida en su hogar ancestral. Su memoria merece ser reconocida como parte integral de la historia del Medio Oriente, una historia que ha sido selectivamente olvidada.

Peter Diamond, Premio Nobel de Economía

Peter A. Diamond nació en los Estados Unidos en 1940, de ascendencia judía. Sus abuelos emigraron a los Estados Unidos a comienzos del siglo XX; por parte de la madre vinieron de Polonia y del padre de Rusia y de Rumania a vivir en Nueva York. Ambos padres de Peter nacieron en el año 1908, crecieron en Nueva York y nunca vivieron fuera de la zona metropolitana. Comenzó sus estudios en la escuela pública en el Bronx. Cuando la familia se muda a Long Island, asiste a las escuelas públicas suburbanas. Se graduó summa cum laude (con honores) en Matemáticas en la Universidad de Yale en 1960, y tres años más tarde se doctoró en Ciencias Económicas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se encuentra trabajando desde 1966, primero como profesor asociado; en 1970 Diamond fue promovido a profesor titular y luego se desempeñó como jefe del Departamento de Economía en 1985 hasta 1986 y fue nombrado profesor emérito del instituto en 1997. Diamond ha realizado casi íntegramente su carrera laboral en este conocido centro de estudios, salvo un pequeño período en la Universidad de Berkeley.Su obra teórica, centrada en el desempleo, los sistemas impositivos, la seguridad social, la reforma de las pensiones, el consumo privado y los ciclos económicos, están condensados en una extensa bibliografía que incluye una docena de libros y cerca de 140 publicaciones en revistas especializadas. Diamond ha dedicado gran parte de su carrera profesional al análisis de la política de Seguridad Social estadounidense, así como de sus análogos en otros países, como China. En numerosos artículos y libros, ha presentado análisis de los programas de bienestar social en general y de la administración de la seguridad social estadounidense en particular. Con frecuencia ha propuesto ajustes de políticas, como aumentos graduales pero pequeños en las contribuciones a la seguridad social utilizando tablas para ajustar los cambios en la esperanza de vida y un aumento en la proporción de los ingresos sujetos a impuestos.Una de sus contribuciones más notables es su investigación sobre la Teoría de búsqueda de empleo, que explica cómo los buscadores de empleo y los empleadores se encuentran entre sí a través de un proceso de búsqueda y emparejamiento, lo que conduce a un desempleo persistente incluso cuando hay vacantes disponibles. También ha analizado exhaustivamente las implicaciones del seguro de desempleo, las políticas del mercado laboral y los salarios de eficiencia. Su investigación proporciona información sobre cómo las políticas pueden afectar los niveles de empleo y la eficiencia económica.Miembro de la Academia Nacional de las Ciencias estadounidense, ha recibido importantes galardones durante su carrera, entre los que destacan el CES (2000), los premios Killian (2003 y 2004) y Samuelson (2003), el galardón Jean-Jacques Laffont (2005), y el reconocimiento Robert M. Ball (2009). En 2010, Peter Diamond recibió el Premio Nobel de Ciencias Económicas por su análisis de los mercados con fricciones de búsqueda, una contribución fundamental para comprender la economía laboral. Durante las décadas de 1980 y 1990 trabajó como consejero del Consejo Asesor sobre Seguridad Social de EEUU y Barack Obama, al acceder a la presidencia, propuso su nombre como candidato a la Junta de Gobierno de la Reserva Federal. Está casado con Kate Myrick y tiene dos hijos.

Entre Tel Aviv y Santiago: la voz latina de Gabriela Trebitsch

Vivir en Israel nunca fue una idea ajena para Gabriela Yael Trebitsch Tapia, Gaby para los amigos. Casada con Dan, israelí, y madre de dos hijas —Sol (11) y Amanda (9)—, Gabriela llegó a Tel Aviv en 2019 con una maleta cargada de proyectos, ilusión y la decisión firme de construir una vida en el país que siempre sintió propio. Ingeniera Civil Industrial, consultora digital y cantante de música latina, hoy encarna el espíritu de muchos olim: resiliencia, amor por Israel y una conexión profunda entre identidad y propósito.El salto hacia una nueva vida“Siempre estuvo presente la idea de hacer Aliá”, cuenta Gabriela. “Mi marido es israelí y sabíamos que en algún momento lo haríamos. Pensamos que sería más fácil la adaptación para nuestras hijas si lo hacíamos antes de que entraran al colegio”.El proceso, recuerda, no fue sencillo. “Uno está cómodo en su rutina, con el trabajo, amigos y la familia en Chile. Sentí que nunca iba a haber un momento perfecto; simplemente había que decidirse. Al llegar tuve mucho apoyo de la familia de mi marido y de mis propios parientes en Israel, lo que me hizo sentir en casa. Pero dejar a mi núcleo en Chile fue, sin duda, lo más difícil”.Música, identidad y pasiónGaby no solo cambió de país: también redirigió su carrera profesional y vital. Durante la pandemia de 2020, decidió dar un nuevo enfoque a su vida. “Siempre amé la música, pero la había dejado en segundo plano. En plena pandemia pensé: si no es ahora, ¿cuándo? Así que empecé a cantar profesionalmente, enfocándome en la música latina y mis raíces culturales”.Desde entonces ha realizado numerosos shows en Israel, desde tributos a Mercedes Sosa hasta presentaciones bailables en distintas ciudades y teatros del país. “Estoy lanzando mi primer álbum de música latina con canciones originales y versiones de temas israelíes muy conocidos. Por ejemplo, hice una versión salsa de una canción de Idan Raichel, y otra de Keren Peles y Avi Ochayon (compositores de la canción de Eurovisión). Es un honor que artistas de ese nivel hayan aprobado mis versiones”.Adaptarse con corazón y comunidadLa vida cotidiana en Tel Aviv le mostró a Gaby una nueva forma de entender la comunidad. “La vida de barrio acá es maravillosa. Mis hijas caminan solas al colegio, juegan con sus amigos cerca, y se genera un ambiente muy especial. En Chile, todo se concentra en el colegio o la sinagoga; en Israel, se vive en la calle. Las fiestas nacionales y religiosas se sienten en cada esquina”, cuenta con entusiasmo.Recuerda que uno de los factores que más facilitó su adaptación fue involucrarse desde el inicio con los padres del jardín infantil de sus hijas. “Acá la mayoría de los niños asisten a jardines y colegios públicos. Después de clases, todos se reúnen a jugar en la plaza, y eso permite conocer a otras familias. Así se va construyendo una red de apoyo que termina siendo fundamental”, explica.Con el tiempo, aprendió a comprender el estilo directo del israelí promedio. “Al principio pueden parecer un poco duros, pero en realidad son personas muy abiertas, alegres y sinceras. En Chile uno escribe ‘por favor, ¿podrías enviarme el informe?’. En Israel simplemente dicen: ‘necesito el informe para mañana’. Es una comunicación más frontal y asertiva, sin vueltas. Creo que ahí tenemos mucho que aprender de ellos”.Aunque llegó dominando el hebreo, Gabriela reconoce que aún le cuesta enfrentar la burocracia y los trámites. “Hay que tener paciencia y no dudar en pedir ayuda cuando es necesario”, comenta. Hoy también forma parte activa de la Comunidad Chilena en Israel, donde se desempeña como Directora de Cultura y Finanzas. “Nuestro objetivo es conectar y representar a los chilenos que hicieron Aliá”, concluye.Resiliencia en tiempos difícilesEl 7 de octubre de 2023 marcó un antes y un después para todos en Israel. “Fue una sensación de incertidumbre total. Dos años después seguimos en guerra, y sigue siendo duro. Hay secuestrados que no han vuelto, y a veces parece que nos hemos acostumbrado a las alarmas. Pero también sientes que, incluso en medio de la guerra, Israel es el lugar más seguro para vivir como judío”.Para Gabriela, la música también ha sido una forma de sanar. “Cantar, conectar con la gente, transmitir alegría, es mi manera de resistir y de agradecer la vida en este país”.Consejos y sentido de pertenenciaSu mensaje para quienes están pensando en hacer Aliá es claro: “Si lo estás considerando, no esperes el momento perfecto. No existe. Prepárate, estudia hebreo antes de venir, y busca redes de apoyo. Es un proceso que exige esfuerzo, pero vale la pena”.Al reflexionar sobre su identidad, Gabriela sonríe: “Pasé de ser una chilena judía a ser una olá de Chile en Israel. Chile, Israel y el judaísmo son tres partes inseparables de mí. Cada una me construye y me acompaña donde esté”.Ficha de la entrevistadaNombre completo: Gabriela Yael Trebitsch TapiaLugar de residencia: Tel Aviv, IsraelProfesión: Ingeniera Civil Industrial, consultora en Ecommerce y cantante de música latinaAño de aliá: 2019Familia: Casada con Dan, madre de Sol (11) y Amanda (9)Proyectos actuales: Lanzamiento de su primer álbum de música latina con versiones de temas israelíes e inéditosRol comunitario: Directora de Cultura y Finanzas en la Comunidad Chilena en IsraelMensaje clave: “No esperes el momento perfecto para hacer aliá. Atrévete y prepárate: el esfuerzo vale la pena”.