Una visión desde la sicología y el judaísmo
Tu BeAv en la era del amor 2.0:
Por LPI
Porque el mercado de los dispositivos móviles ha puesto a disposición -de quienes buscan pareja o de quienes están en una relación- una serie de aplicaciones que pueden resultar muy útiles para conocer a alguien o bien para mantener una comunicación constante y fluida con el amado o la amada. Sin embargo, estas mismas “apps” hacen que nos veamos cada vez más en las pantallas que cara a cara. No queremos ser pesimistas. En este Tu BeAv, el “Día del Amor” en el calendario judío, queremos invitar a nuestros lectores a reflexionar sobre cómo se viven las relaciones de pareja en un mundo mediado por le tecnología. Para eso conversamos con Gisela Fischman (www.giselafischman. cl), sicóloga individual y de parejas, para saber como se aviva la llama del amor en esta sociedad 2.0.
Estamos en una era en que interactuar con una persona o conocer a alguien parece más fácil, con las apps de citas, el whatsapp, las redes sociales, y sin embargo parece que no es más sencillo que antes encontrar o alimentar una relación de pareja.
¿Qué pasa con el amor en estos tiempos?
-¡Oy vei! ¿Te imaginas si hubiera una receta para encontrar pareja? ¿O para enamorarse? Creo que para conocerse hay muchas vías: el azar, el shidaj, frecuentar los mismos círculos académicos, sociales o laborales, las vacaciones. Sin embargo, la gente suele moverse en entornos limitados, y más aún en nuestra comunidad. Entonces, las redes virtuales permiten que el campo de acción se amplíe. Ya no se trata del amigo del amigo o del conocido de mi hermana, sino de alguien al cual no podría acceder de no ser por éstas aunque, por lo mismo, el contacto puede ser más impersonal. Pero las redes son sólo herramientas y depende de cómo se usen. Sirven para un primer approach, pero nada reemplaza la presencia física. El cuerpo es esencial para la intimidad. Ahora, en el ámbito comunitario, pienso que aún hay mucho por hacer para generar más espacios de encuentro, pero la gente tiene temor a la exposición. Es un desafío pendiente.
Por otra parte, la vorágine del día a día afecta directamente las relaciones amorosas. Como especialista, ¿qué recomiendas para sobreponerse a todos los elementos cotidianos, o bien, cómo se puede vivir con ellos sin perder el amor de pareja en el intento?
-Si bien la convivencia sirve para conocerse mejor, conocerse demasiado puede resultar poco seductor después de un tiempo, porque gran parte del interés sexual tiene que ver con el misterio que el otro representa para mí. El desafío de las parejas es regular las distancias emocionales: ni demasiado pegoteados ni demasiado alejados. Ahora, para la intimidad se requiere de tiempo, espacio, ganas y dedicación. Cualquiera de estas variables que falte, complica las cosas. El tiempo y el espacio hay que hacérselos porque, con los años, es la práctica la que genera el deseo y no al revés. Muchas veces, esperar espontaneidad es poco realista. Hay que planificarse como en el pololeo: prometerse una cita en la noche (aunque sea en la cama de siempre), enviarse un mensaje durante el día, en suma, generar expectación, seducirse, fantasear. Decirle basta al fast sex, tipo Mc Donald ´s, y probar el sexo gourmet, con un buffet variado y más rico. No hacen falta actos heroicos ni grandiosos, el amor y el deseo se alimentan de pequeños gestos cotidianos que introduzcan novedad.
El amor, una aproximación judía
La primera referencia a Tu
BeAv aparece en la Mishná
y dice: “No hubo días más
hermosos para Israel como
el 15 de Av e Iom Hakipurim.
En aquel día las mujeres
de Jerusalém salían con
ropas blancas prestadas,
para no avergonzar a quien
no tenía. Y las muchachas
de Jerusalem salían y bailaban
en los viñedos. ¿Y
qué solían decir? Joven, levanta
tu mirada y mira que
habrás de escoger para ti,
no reposes tus ojos en la
belleza, pon tus ojos en la
familia, engañosa es la gracia,
y vana la hermosura; la
mujer que teme a Adonai,
esa será alabada” (Mishlei
31:30).
Esta idea de que el 15 de
Av era una festividad en que
los jóvenes salían a buscar
el amor hizo que, con la
fundación del Estado de Israel,
en 1948, se rescatara
la fecha para resignificarla
como el Día del Amor en el
calendario judío, razón por
la cual -por ejemplo- muchos
novios la eligen para
celebrar su jupá.
“En este tiempo de la híper
tecnología y la híper
conexión, Tu BeAv nos habla
de un amor en que conectarse
con el otro ocurre
sólo si primero si te conectas
con ti mismo”, explica el
Rabino Gustavo Kelmezes,
agregando que “a partir de
ahí, si uno valora las cosas
positivas que uno tiene,
revisar y mirar en el otro
aquellas cosas positivas
hacen que se pueda ser feliz,
y eso es lo que implica
el amor”.
“El amor”, añade el Rabino,
“no es solamente el
amor romántico, como Cupido,
que de manera azarosa
flecha a dos personas
-lo que se refiere más que
nada al enamoramientosino
que el amor desde el
punto de vista judaico tiene
que ver con poder sentir y
pensar en aquellas cosas
positivas que tiene el otro,
valorarlas y no buscar completar
las cosas que me
faltan, sino justamente multiplicar
aquello que puedo
dar al otro. Por eso, en una
época en que estamos tan
conectados pero tan aislados,
lo que te propone Tu
BeAv es conectarse realmente
con aquellas cosas
que son esenciales,