Un fascinante mosaico de opciones para los niños de la comunidad
Por Miguel Borzutzky W.
Betar
Betar Chile, que basa su ideología en el sionismo revisionista de Zeev Jabotinsky, que nunca contó con una sede propia ni era parte de una comunidad. “Cuando estábamos en una casa en la sede de la calle Galvarino Gallardo que era propiedad del CIS y la facilitaba gratis. Nunca fuimos más de cincuenta miembros”. El principio del fin fue cuando se trasladaron de esa sede a una casa cercana en la comuna de Providencia. La tnuá, que en esos tiempos (principios de los años noventa) era encabezada por Manuel Cogan, como Rosh Tnuá, nunca más fue la misma, y al poco tiempo Betar dejó de funcionar en Chile, cuenta Jaime Cahmi, ex miembro del movimiento betarí.
Maccabi Tzair Viña del Mar
Gregorio Gárate, Director de Juventud de Maccabi Tzair Viña del Mar, nos contó acerca de la historia del movimiento en la Ciudad Jardín. “Esta Tnuá empezó a funcionar en 1959 como tal. Desde ese entonces se gradúan nuevos madrijim cada dos o tres años, dependiendo de las necesidades del movimiento”, confirma.
Para mantener el número de janijim en la Tnuá se adaptan a los intereses y gustos de cada niño y por lo menos una vez al mes se hacen actividades que rompen con la rutina de cada sábado, aprovechando las temáticas de las festividades judías.
Maccabi, dentro de la comunidad, se posiciona como el ente de reproducción del judaísmo más trascendental junto con el Instituto Hebreo de Viña. Desde hace algunos años que los majanot (campamentos) los hacen en conjunto con Maccabi Hatzair Santiago, en la localidad de Guayápolis, durante el mes de enero.
Maccabi Hatzair Santiago
Sebastián Phillip, Rosh Tnuá de Maccabi Hatzair Santiago, nos contó un poco de la historia del movimiento en Chile. “La creación de Maccabi Hatzair Chile data de 1959, año en que se realiza un seminario en Cajón del Maipo, organizado por Luís Arón, César Stutman y el Sheliaj enviado por la Unión Mundial Maccabi, UMM, Willy Kraim. Este evento es considerado como el inicio de Maccabi Hatzair Chile, y estos tres personajes como los fundadores”, afirma.
Actualidad
Maccabi Hatzair Santiago de Chile, según Phillip, es el movimiento juvenil maccabeo más grande en Latino América, contando con más de 500 janijim y 150 madrijim. Activa todos los sábados en el Estadio Israelita Maccabi, de 15:30 a 19:00 hrs., “y nos enfocamos principalmente en la educación valórica y de contenido judeo-sionista de nuestros janijim, buscando la continuidad del pueblo y comunidad judía”.
“El mensaje que Maccabi Hatzair les da a sus janijim es la escuela de vida de todo aquel que pasó por este movimiento, cambia vidas. Aquí es donde se aprende sobre la actualidad, Chile, Israel, valores y liderazgo, todo en un marco de educación no formal y de hermandad”, concluye.
Bet-El
Fernanda Gassmann, Rosh Tnuá de Bet-El, cuenta que la tnuá del Círculo Israelita de Santiago nace de la fusión entre Ramá y Emet en el CIS, en la calle Serrano, en el año 1990 y por iniciativa del Rabino Eduardo Waingortin. “Fue un gran desafío el transar en los ideales de ambos movimientos y por eso en el himno de Bet-El está el colocar sus ideales por sobre sus pasiones para poder crear esta nueva tnuá”, afirma.
Fernanda explica que el foco de Bet-El son los niños que no son del Instituto Hebreo, el grueso de colegios laicos, de regiones y británicos. En su vida diaria, el lugar donde aprenden de judaísmo, es en esta tnuá. Es importante, porque de esa manera se evita la asimilación. “Muchos son socios del Círculo, pero educación judía propiamente tal la reciben con nosotros. Es el respetar el Shabat dentro de lo posible. No incitamos el uso de la tecnología, comemos kosher, hacemos brajot, hacemos Havdalá. Bet-El es tradición y cambio. Vamos cambiando según muta la sociedad”, concluye.
Mensaje del Rabino Ari Sigal
“El marco valórico judío trasciende el compartir una simple tarde de entretención dentro del movimiento juvenil. La mística y la ritualidad del movimiento es un objetivo en sí mismo dentro de la formación de cada niño como judío. Sus amigos, dentro del movimiento, no son los de la semana, sino que adquieren un nuevo prisma y se integran en un nuevo marco Diverso y Plural. Los niños, gracias al movimiento juvenil, potencian su visión de mundo, al empoderarlos como responsables en mejorarlo, del Tikún Olam. Las habilidades blandas, la inteligencia emocional y el potencial del liderazgo maduran con el pasar de los años, anécdotas y experiencias”.
Tikvá
Simón Frenkel, Rosh Tnuá, explica que Tikvá se fundó hace casi 30 años, desde siempre han formado parte de la comunidad Nueva Bnei Israel, activando en la sede antigua (Av. Portugal) y actualmente en Mar Jónico, donde cada sábado continúan realizando actividades destinadas al aprendizaje de sus janijim a través de la educación no formal, con el fin de generar un crecimiento en ellos tanto como judíos y como personas. “Actualmente Tikvá cuenta con un equipo conformado por 19 madrijim y una cantidad aproximada de 90 janijim, que se distribuyen en kvutzot nada más que según su edad, ya que desde el año pasado se decidió que todas las kvutzot serían mixtas, con el fin de poder cumplir de la mejor manera posible el rol pluralista e inclusivo que nos ha caracterizado a lo largo de nuestra historia”, afirma.
Tzeirei Ami
Benjamín Wassermann, Rosh Tnuá, cuenta que Tzeirei Ami se formó en el año 1979 en base a una idea que tuvo Tzión Ben Canaán (Z.L.), Sheliaj del Instituto Hebreo, junto al director y algunos alumnos. Desde entonces, Tzeirei se ha enfocado en formar personas íntegras, coherentes con su judaísmo y con los valores de su ideología.
“Este 2019, a cuarenta años de la creación de nuestra tnua contamos con alrededor de 400 janijim y 100 madrijim que participan activamente de ésta. Este año, sin dejar de lado la diversión de los janijim, nos hemos enfocado en mejorar en términos educativos, creando un nuevo Programa Educativo, y en profesionalizar nuestros métodos, confeccionando un protocolo de funcionamiento interno que nos permite responder de manera adecuada frente a cualquier situación adversa”, explica Benjamín.
Y agrega que: “En 2004 nos unimos con la familia de Hanoar Hatzioní, lo que ha sido fundamental para nuestro progreso y desarrollo como tnuá. Gracias a esto, hoy contamos con la presencia de un Sheliaj que forma parte de la Hanagá (directiva) y está presente en todas las actividades de Tzeirei. Este vínculo también nos ha permitido participar de diversos majonim, de Shnat Hajshará y de seminarios de capacitación y liderazgo”.
Hanoar Hatzioní
Entre los años 1926-27 se crea el Hanoar Hatzioní en Polonia. Fue por medio de la creación de los movimientos Hatikva, Hakoai, Hatzair y Balfura y otros en Polonia. De ahí hace el Hanoar Haivrí.
En Chile, Hanoar Hatzioní empieza sus actividades en el año 1948 y en el año 2004 se fusiona con el movimiento sionista-jalutziano chileno Tzeirei Ami.
Hashomer Hatzair
Amanda Morales, Mazkirá de Hashomer Hatzair, explica que la historia de la Tnuá es una historia que parte con el levantamiento del Ghetto de Varsovia, con el mítico personaje Mordejai Aniliewicz. Sus principios ideológicos son: judaísmo, sionismo y socialismo. El movimiento se funda en Chile, en 1943, más que nada encabezado por un grupo de judíos alemanes, quienes queriendo compartir y fortalecer sus ideales sionistas, socialista y laicos habían centrado su realización en la construcción del Estado de Israel y mantuvieron una actitud de respeto hacia Chile marginándose de criticar el acontecer nacional de la época, dice Nicolás Riethmuller en su Tesis de Grado titulada: “Etnografía Organizacional del Movimiento Juvenil Hashomer Hatzair: Juventud Judía Socialista, Sionista y Humanista en Chile”.





