La fórmula del éxito comunitario en la PAES
Los puntajes del Instituto Hebreo y del Maimonides School en la Prueba de Acceso a la Educación Superior, PAES, han sido un motivo de orgullo para la comunidad judía en general. En los últimos años, ambas instituciones educativas judías se han posicionado dentro de las mejores del país y como un referente para la Diáspora. Conversamos con sus directores, Sergio Herskovits y Ari Wurmann, para conocer su evaluación sobre estos resultados. Sergio Herskovits, Director del Instituto Hebreo, destaca que fue hace 14 años que se estableció el objetivo de Ha”ser el número 1 de la comunidad, y en los primeros años en que el colegio empezó a tener mejores resultados pensamos que podía ser una buena generación, o un golpe de suerte. Y ya son cuatro años consecutivos en que estamos entre los 10 mejores y eso nos da una felicidad gigante, porque los estudiantes pueden elegir carrera y universidad”. “Pero no nos equivocamos, el objetivo del colegio es ayudar a que los y las estudiantes logren los mejores puntajes para que puedan cubrir sus sueños. Ese es el punto: trabajar para ayudarlos a conseguir sus objetivos en la vida, no que les vaya bien en la prueba. Eso es una diferencia, y es muy importante, porque sumado a eso está el objetivo del colegio, que es el valor de Tikún Olam. Por eso, los egresados y egresadas del colegio salen con un mandato, con un compromiso con Am Israel, que es hacer Tikún Olam, y mejorar el mundo”. Los alumnos y alumnas que obtuvieron Puntaje Máximo en la PAES destacaron, todos, el apoyo del colegio para preparar la prueba y en todo el proceso. En estos 14 años, ¿cuál fue el camino que recorrieron para lograr esto, apoyar a los y las estudiantes para lograr este resultado, que es el mejor resultado para poder seguir sus sueños?-El camino, el recorrido, se construye a través del amor. El colegio debe ser un lugar donde nuestros estudiantes sientan que estamos para ellos, que más allá de un trabajo profesional, que nos interesan ellos. Como diría Martin Buber, que los miramos a los ojos y que vemos lo que necesitan. Muchas veces ni siquiera ellos saben lo que necesitan. Y ahí tenemos que hacer un esfuerzo para guiarlos. Pueden haber muchas tecnologías nuevas, pero hay algo que la tecnología nunca va a poder reemplazar, que es que nuestra guía como adultos para ayudarles a que puedan reconocerse, y a veces decirles que no. Y en este camino, lo que fue muy importante también fue el rol que tuvieron los papás y las mamás, porque ellos asumieron su rol de padres y eso permitió que el colegio pudiera hacer mejor lo que tiene que hacer, para lo que existe: acompañar en la formación valórica, judaica y académica. Y entonces establecimos un diálogo con las familias, salimos de ese lugar de conflicto y generamos un espacio de colaboración. Hoy los papás hablan bien del colegio, lo quieren, y no es que antes no lo querían, pero creo que antes era un cariño más conflictivo. En definitivo, todos hicimos lo que teníamos que hacer, el colegio, los padres y los alumnos.Sumado a eso hoy, en el colegio tenemos profesores de excelencia. Y lo que también me pone muy feliz es que hicimos una encuesta de clima laboral en el colegio y el puntaje que salió, que los consultores nos pusieron, nos pone como uno de los Great Places to Work, uno de los mejores lugares para trabajar en Chile, porque los profesores están contentos, sienten que pueden crecer profesionalmente, que se los escucha, que no les hacemos perder el tiempo con tonteras, que “El Hebreo” se transformó también en un colegio modelo para Diáspora, es uno de los mejores colegios judíos de América Latina, nos escriben y nos preguntan cómo los hemos hecho. Somos un colegio del Fin del Mundo que está en el centro de la vida judía, de los colegios de la Diáspora.Sergio, ¿qué significa para ti, a nivel personal y profesional, sobre todo ahora que cierras este ciclo en el colegio y asumes otros desafíos en México, la obtención de estos resultados?-Siento que el proyecto que asumimos hace 14 es el proyecto más importante de mi vida profesional, porque me involucró existencialmente. Hay una abuelita del colegio que, cuando llegué, me dijo: “Director, lo que falta en el colegio es amor”. Y ella tenía razón, la tenía más clara que todos. Y yo creo acá hicimos historia todos juntos, yo voy a ser del Hebreo toda mi vida, no me voy del Hebreo, mi corazón va a estar siempre acá. Ari Wurmann: “Buscamos desarrollar el máximo potencial de cada uno”Desde Eilat, camino a pasar el Shabat en Jerusalem junto a los alumnos que están participando en el Viaje de Estudios del Maimonides School, nos responde Ari Wurmann, Headmaster del colegio. Quisimos saber sus impresiones del resultado de la PAES y cómo se enmarcan en el proyecto de la institución educativa judía que dirige. ¿Cómo evalúan los resultados de la PAES?-Nosotros entendemos que los resultados de la PAES son relevante para ciertos alumnos y para otros no tanto, por eso nuestro foco está en tratar de encontrar qué es lo que busca cada familia y cada alumno. A fin de año no todos saben exactamente lo que quieren, por lo que muchos apuntan en varias direcciones al mismo tiempo. Entonces tenemos un programa bastante amplio, en el cual se puede preparar la PAES, preparar las puebas para ingresar a estudios en Estados Unidos o Europa, así como ir a Yeshivot o Seminar en el caso de mujeres.Nuestro proyecto está orientado a eso, a ampliarles la mirada. Anteriormente, teníamos una mirada más estrecha, de mirar el colegio, la prueba y la universidad, y era todo una carrera, había que hacerlo rápido y eso, ahora, en el mundo cambió mucho. Nuestros estudiantes buscan distintas alternativas, de los siete que dieron la prueba este año, seis se quedan acá estudiando, y de los que la dieron el año pasado, un gran porcentaje está en Israel o Estados Unidos e incluso algunos en Europa. Además, este año firmamos convenios con distintas universidades en distintas partes del mundo, como con la Yeshivah University en Nueva York, con la Lauder University en Viena, otros en Argentina, y con distintas yeshivot también, para buscarles opciones a nuestros alumnos para que puedan conocerlas y tengan mejores opciones para entrar, y estamos buscando las mismas opciones en Chile. Entonces, si alguien quiere ser médico, que pueda ser médico; si quiere estudiar Torá, que estudie Torá, y si quiere ser músico, que sea músico. Buscamos desarrollar el máximo potencial de cada uno.Por eso este es un resultado de un trabajo mancomunado con las familias, pero no es el objetivo per se. Hay muchos años en que hay pocos estudiantes dando la prueba, entonces cuando son menos de 10 ni siquiera aparecemos en los rankings cuando tenemos buenos puntajes, sin ser ese necesariamente nuestro objetivo. Pero obviamente nos alegra cuando les va bien. ¿Cuántos alumnos dieron la prueba este año?-De 23 alumnos la dieron 13. Y, a partir del año pasado, la graduación del colegio es en junio, porque muchos estudiantes que van a los programas de Israel empiezan en agosto. Entonces hay muchos que deciden dar la prueba, o la dan al siguiente, después de volver de los programas. A pesar de que el foco no es el rendimiento en la PAES, o este es uno de los objetivos posibles, ¿cómo enfrentan la preparación de la prueba?-Nosotros, desde Tercero Medio, partimos con un programa que los ayuda a ellos a ir definiendo qué es lo quieren. Y ya desde Séptimo Básico partimos con un número importante de electivos, en que los alumnos van armando su malla particular. Cuando ya llegan a Cuarto Medio, en consecuencia, tienen medio decidida su orientación, y pueden tomar electivos para preparar la PAES, para prepararse para el extranjero o para ir a yeshivot. Si ellos deciden preparar la PAES -independiente de lo que quieran hacer después- en el segundo semestre, después de la graduación, el colegio les ayuda a preparar la prueba, entonces no requieren preuniversitario, aunque muchos de ellos toman igual. Pero los profesores que hacen esos cursos son profesores de preuniversitario y tienen el mismo método. Ari, ¿cuándo asumiste como Headmaster del colegio? ¿Y cómo ha sido, hasta ahora, la experiencia?-Asumí, oficialmente, en marzo de 2021. Ha sido un gran cambio de vida: soy ingeniero comercial, trabajé siempre en empresas, pero llevo trabajando en el colegio -en algún tipo de cargo- desde hace años, fui Presidente del Centro de Padres, miembro del Directorio del colegio, y me pidieron que me hicieron cargo de la dirección. Y la verdad es que, desde el punto de vista incluso espiritual, el ser socio de Hashem en un proyecto construyendo/luchando por la continuidad del Pueblo Judío, es el mejor trabajo del mundo.