“No tenemos que limpiar nuestra imagen, porque nuestra imagen es impecable”
Por Michelle Hafemann
¿Qué lo hizo decidirse a asumir la Embajada en Chile?
-Toda mi trayectoria diplomática ha transcurrido en países de habla hispana, sin embargo antes entrar a la Cancillerían no tenía ninguna relación con el continente y cuando me nombraron para Bogotá tuve que buscarlo en el mapa (bromea). Y el continente se convirtió en mi segunda casa. Chile es un país súper interesante y desafiante en algunos aspectos, pero me gusta el desafío y pienso que podemos hacer muchísimas cosas. Puedo decir que en Panamá dediqué el 90% de mi tiempo a una agenda positiva, no moler ni masticar el tema del conflicto. En Israel, el gobierno y quienes son responsables de manejar este tema, lo hacen. Pero como embajador de Israel en América Latina la contribución más importante es mejorar la vida de la gente. En el caso de Panamá, cuando estuve, trabajé en materias de agua y de ecosistema de High Tech, todos los temas civiles que de verdad mejoran la vida de la gente. Mi idea es dar lo mejor de mi país y llevar lo mejor del país donde estoy a Israel, no exportar ni importar los problemas.
Por eso, mi intención acá es duplicar esfuerzos y dedicarme a la agenda positiva. Obviamente vamos a enfrentar el tema del conflicto, como lo vimos hace dos semanas, pero el centro de nuestros esfuerzos y recursos será dedicado a tres asuntos: salud, ecosistema de innovación y cambio climático. Y en cada uno de estos temas queremos cooperar con Chile, su gobierno, regiones, instituciones y con el sector privado para estrechar los lazos. Por ejemplo, en el tema de salud, que sé que es una alta prioridad para este Gobierno, Israel puede compartir su modelo universal, que es equitativo, justo, profesional, de alta calidad y que funciona de una forma maravillosa. No lo hablo como un experto, sino como un ciudadano que lo utiliza cuando está en Israel. Este modelo es muy relevante para Chile y ya me contacté con expertos israelíes que pueden presentar sus características, de manera que los expertos chilenos puedan ver qué puede ser relevante para Chile, replicarlo y aplicarlo.
El segundo asunto, no menos importante, es el del ecosistema de innovación. Israel es de los tres a cinco países con un sistema de start ups más avanzado del mundo. El ecosistema de innovación en Israel es más grande que el de todos los países de Europa en su conjunto. Las cifras son bárbaras. Y este ecosistema también se puede compartir, y Chile tiene la características adecuadas para también tener un modelo exitoso y aplicar lo que le parece adecuado y relevante para Chile. Acá, la calidad de la educación y las capacidades de las juventud chilena es quizás la más alta en América Latina y, para que ellos prosperen, para que tengan la posibilidad de llevar a cabo sus iniciativas e ideas, Israel puede compartir su modelo.
El tercer brazo de nuestro esfuerzo es cambio climático y tiene que ver con todo el tema del agua. La Embajadora Marina Rosenberg comenzó a trabajar con mucho éxito en esta área y vamos a seguir. Se trata de agua, energía y seguridad alimenticia, entre otros temas. Los desafíos que el cambio climático nos ponen en frente son muy grande y debemos unir fuerzas. Lo estamos haciendo con Alemania y con otros países de Europa, y en este continente queremos tener a Chile como un socio, porque se trata de un fenómeno que no distingue entre fronteras y países, impacta a todos.
Embajador, considerando su experiencia en ORCAM, ¿cree que efectivamente hay innovación israelí que puede cambiar la vida de personas en Chile?
-Hay una distancia física entre Chile e Israel, estamos en dos puntos distantes del globo, pero en otros aspectos tenemos mentalidad similar. Dos democracias que valoran los Derechos Humanos, de la mujer y de las minorías. Las prioridades de los dos Estados y Gobiernos, a pesar de sus diferencias, son muy parecidos. Si superamos algunas barreras ideológicas, habrá mucho entendimiento y descubrimos que tenemos mucho más en común y pensamos de una forma parecida respecto de muchos temas.
Pero volviendo al tema de la pregunta, avanzar con una agenda positiva acerca a la gente de los dos países a pesar de las distancias físicas.
Sobre ese punto, hay quienes dirían que este esfuerzo que se hace en mostrar que Israel puede aportar a la vida de las personas en otros países es básicamente un lavado de imagen. ¿Qué opina de esto?
-No tenemos que limpiar nuestra imagen, porque nuestra imagen es impecable. Tenemos una imagen excelente en el mundo y acá en Chile. En el mes que he estado y me he reunido con gente de todos los caminos de la vida, con políticos, periodistas y académicos, lo primero que piensan cuando hablan de Israel es de tecnología, de innovación, de sabiduría y de cómo podemos colaborar. El tema palestino es un conflicto que lleva 100 años, y nosotros queremos vivir al lado de los palestinos. Con un estado palestino al lado de Israel, no en vez de Israel. Estamos 100% dispuestos de apoyar a los palestinos para que vivan la vida que merecen, una vida independiente, digna, con respeto y que no represente una amenaza para Israel, pero su liderazgo está dedicando su esfuerzo a hacer el mal y no el bien para los palestinos.
Embajador, hace una semana se anunció el reestablecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y Turquía, lo que es parte de un cambio histórico en las relaciones de Israel con los países árabes. ¿Cree que eso conduzca a un cambio en cómo se enfrenta el conflicto palestino-israelí?
-Esto es muy importante, porque en la mente de la gente aparece Israel de un lado y el mundo árabe de otro lado. Pero esto ya ha cambiado de una forma completa y drástica. Es un cambio de paradigma. Hoy en día ya no es Israel a un lado y del otro del mundo árabe, sino los pragmáticos y la coalición de la paz contra el mundo del terror. En la coalición de la paz está Israel, Egipto, Jordania, Marruecos, Emiratos Árabes, Bahrein, Turquía, Arabia Saudita -aunque no formalmente- y en el otro lado Irán, que propaga el terror y la violencia en su propio país y contra su propio pueblo, que es rehén de un régimen teocrático, dictatorial, sangriento y que machaca a su gente, junto con Hezbolá en el Líbano, Hamás y la Jihad en Gaza, todos machacando a su gente por intereses iraníes.
Embajador, para cerrar, ¿qué espera de su relación con la comunidad judía en este período?
-Le mando un saludo muy afectuoso a la comunidad, ya comencé a visitar las instituciones comunitarias y voy a visitarlos a todos. Veo una comunidad de difernetes corrientes religiosas y trabajamos con todos y todas; una comunidad activa y tengo muchas expectativas de trabajar con todos en pro de Chile, de la comunidad y de Israel. He encontrado líderes comunitarios muy activos en todas las organizaciones y eso es una fuente de inspiración, así como un gran apoyo.