Los nuestros en la primera línea contra el COVID
Por Michelle Hafemann
Javier Weissbrot, anestesiólogo, Hospital Regional de Temuco

“La mayoría del personal, médico y no médico, enfrentó esta pandemia con hidalguía, con valentía. En particular, los anestesiólogos estuvimos dispuestos a pasar muchas cosas, algunas que nos solicitaron hacer y otras que no, nos preparamos, reestudiamos la medicina intensiva, hubo una modernización y una actualización sobre tema COVID y manejo ventilatorio. Y muchos anestesiólogos pasaron a apoyar en la uci”.
“Lo más desafiante fue, en lo personal, el miedo permanente a tener COVID. Pero no podemos quedarnos en nuestra casa sin hacer nada, entocnes seguimos trabajando, no había otra opción”
Daniel Rappaport, cirujano de cabeza y cuello, Hospital clínico Universidad de Chile, Clínica Alemana de Santiago

“Un evento inesperado y fuera de toda proporción previa como lo ha sido esta pandemia, es un desafío enorme y que ha estresado a todo el sistema de salud y a todos los integrantes de éste, pero creo que Chile ha logrado dar una respuesta a nivel nacional, integrando a los servicios públicos, privados y entre las diferentes regiones, lo que ayudó en diferentes momentos a intentar optimizar la oportunidad de atención a cualquier chileno independiente de su previsión o localización”.
“Para mí lo más desafiante, fue cambiar mi trabajo, dejando mi área de confort, para ir en apoyo a los colegas de la primera línea, en la atención directa de pacientes con COVID, con miedo del contagio propio y de nuestros familiares, así como las dificultades de atender una patología nueva y fuera de nuestra área habitual de desempeño”.
Benjamín Israel Navon, residente de cirugía general, Hospital Barros Luco Trudeau

“Han sido tiempos difíciles, de mucha incertidumbre, en especial al inicio, con mucha carga laboral y emocional. Si bien creo que hemos podido salir adelante, no ha sido gratuito, ha sido dejando muchas cosas de lado y el ánimo general que se siente en el hospital es de cansancio generalizado”.
“El personal de salud se ha caracterizado por su sacrificio, en especial al principio, el problema es que se ha prolongado por más del tiempo que nos gustaría, la energía y la adrenalina del inicio ya se va terminando”. |
“A nivel personal, esta pandemia me ha permitido apreciar de distinta manera lo simple, el poder estar con la familia, juntarse con un amigo, cosas de las cuales me vi privado por meses ante el desconocimiento de esta enfermedad y la exposición a la que me vi enfrentado por mi trabajo. Sin duda mi forma de ver la vida ha cambiado”.
Javier Pizarro Berdichevsky, ginecólogo, Hospital Sótero del Río y en la Universidad Católica

“Durante esta pandemia, mis actividades habituales -que tienen que ver con patologías de piso pélvico- pasaron a considerarse no esenciales. Al ser suspendidas, se me solicitó hacerme cargo de otras actividades de la maternidad del Sótero del Río, y mis consultas dentro de la Universidad Católica se suspendieron entre marzo y agosto. Durante ese período, en el Sótero del Río hubo un sistema de rotaciones en las cuales la idea era exponer la menor cantidad de tiempo posible a los doctores al contagio, lo que gracias a D-s ocurrió muy poco. Por la misma razón, junto a un grupo de doctores de mi equipo decidimos voluntarizarnos en el hospital de campaña que se instaló para tratar pacientes COVID, lo que fue un desafío muy grande para nosotros”.
“Desde el punto de vista de cuál es mi evaluación de lo que se ha vivido a nivel nacional, creo que eso ha sido una catástrofe muy grande, sin embargo, pese a todo y como doctor del servicio público, yo te podría decir que nuestro sistema de salud no colapsó, lo que es muy importante”.
Enrique Guendelman, médico cirujano, Médico del departamento de salud y vialidad de la Ilustre Municipalidad de Ñuñoa

“Desde el punto de vista personal, y pudiendo apreciar los distintos espectros por los distintos cargos en los que me he desempeñado durante esta pandemia (y las funciones inherentes a ellos), creo que la situación ha sido de diversos contrastes. Creo que es muy importante reforzar los aspectos negativos, destacando la saturación de los distintos sistemas de atención de pacientes, tanto en APS (Atención Primaria de Salud), Servicios de Urgencia/Emergencia y Hospitalizados. Lo anterior lo asociado a un exceso de consultas. Y creo que como sociedad hemos sido muy poco empáticos en lo que respecta al cuidado personal y con este al cuidado de las otras personas”.
“Lo positivo: los funcionarios sanitarios que literalmente “ya se quemaron las pestañas” con turnos prolongados, e incluso muchas veces continuos, y que (como una situación que me tocó enfrentar personalmente) tener que trabajar con “lo que se tiene”, activando hasta el último recurso disponible en la red de atención para poder conseguir la atención necesaria a la gravedad de los distintos pacientes. La verdad, y sin buscar hacer auto referencias, me saco el sombrero por todos mis compañeros de los servicios de salud. Muchos profesionales, hemos debido tomar distintos puestos y funciones durante este proceso de pandemia, para poder trabajar y ayudar de mejor manera a la población en forma global. Además me gustaría destacar que, independiente el desgaste, el cansancio, el estrés, no hemos parado, y la mayoría no queremos parar, porque tenemos un compromiso con nuestra gente, con Chile, y más aún la satisfacción de poder representar a mi comunidad judía chilena, como médico durante este período de gran necesidad”.
Gabriel Cohen Jusid, interno de Medicina, Hospital FACH, Hospital Félix Bulnes, Hospital de Carabineros

“Como equipo de salud tuvimos que aprender sobre la marcha, tener que actualizarnos todas las semanas sobre los nuevos esquemas de tratamiento que iban apareciendo y tenían éxito en otras partes, por otro lado, nos tocó manejar pacientes que en tiempos de normalidad hubieran estado en unidades más complejas, donde existe una monitorización constante o tienes acceso a otras medidas de salvataje en caso de que el paciente se complique”
“Tengo solo respetos para el personal. Todos son fundamentales y han hecho durante este año y medio un trabajo sobrehumano, desde los TENs hasta los médicos subespecialistas. Además de muchas veces tener que trabajar horas extras solamente por los pacientes, conllevó sacrificios importantes como tener que aislarse de familiares y seres queridos o morir por la constante exposición al virus”.
Susana Arnouts Cohen, odontóloga, CESFAM de la comuna de Peñalolén

“Mi puesto durante un año, desde marzo 2020 hasta hace pocos días atrás, fue integrar un equipo de seguimiento COVID con otros profesionales del Centro. Consistía en llamar diariamente a los contagiados y sus contactos estrechos pertenecientes a la jurisdicción del CESFAM. Nuestra labor era monitorear sus síntomas diarios, detectar situaciones de emergencia y ser el vínculo con el Centro de Salud, canalizando y gestionando sus requerimientos, resolver dudas y realizando contención emocional. Lo que más me impresionó fue el sentimiento de soledad expresados por los pacientes COVID+, la pena y angustia de no poder despedir al ser querido que había fallecido y el temor de contagiar al resto de los integrantes de la familia. Me generaron sentimientos encontrados llamar diariamente una persona contagiada, al día siguiente la familia te comunica que la ambulancia se lo llevó a Urgencia del Hospital y semanas después notificar su fallecimiento. Y, por otra parte, una paciente a quien le realicé seguimiento telefónico, reconoció mi voz en el pasillo y me agradeció enormemente los llamados realizados, ya que yo era su único vínculo con el mundo exterior”.
“La pandemia me significó conocer el dolor, la angustia, el agradecimiento de los pacientes por volver a la vida y , por otra parte, el gran trabajo en equipo, desempeñando labores muy diferentes a las habituales y darse cuenta que en situación de crisis las personas se unen para ayudar y que debemos ser agradecidos de la vida.”
Sonia Sirebrenik, cirujana uróloga pediátrica, Clínica Red Salud Vitacura y Hospital El Carmen de Maipú

“Se ha manejado bien la emergencia sanitaria. Sin embargo, a nosotros, los que trabajamos con niños, se nos ha jibarizado mucho, debido a la gran necesidad de camas para los pacientes adultos. Entonces se han “convertido” las camas pediatras en camas para adultos, UCI pediátricas en adultos y esto ha significado un retraso en la resolución quirúrgica de muchos pacientes pediátricos, tanto a nivel privado como a nivel estatal, lo he vivido tanto en la clínica como en el hospital”.
“Uf, han sido casi dos años de mucho stress, muchas exigencias físicas y sicológicas para todo el personal de salud. Acostumbrarse a trabajar vestidos “como astronautas”, transpiran las manos, se empañan las antiparras, mucha presión asistencial, lo que termino dañando la salud de muchos médicos y de todo el personal de salud. Muchas licencias por causas sicológicas de agotamiento y estrés laboral. Realmente todos, todos y cada uno de los que trabajamos en salud, camilleros, personal de aseo, kinesiólogos, casino, TENs, enfermeras, médicos, etc. hemos desempeñado un rol único, importante y necesario en esta pandemia, de la cual ninguno tenía experiencia previa, sacando adelante toda la gran población chilena. Un rol y un trabajo único, maravilloso, agotador y muchas veces no reconocido como debería”.
Deborah Navarro, especialista en Salud Pública, Ministerio de Salud, Unidad de Políticas en Salud Informadas por Evidencia

“Los servicios de salud a lo largo del país han dado todo lo humanamente posible para el control y manejo de la pandemia. Destaco el trabajo que se ha hecho en regiones y en la atención primaria de salud”.
“A nivel central del Ministerio de Salud, puedo contar nuestra experiencia en mi unidad de trabajo. Hubo semanas en que trabajábamos 15 horas al día, buscando evidencia sobre algo completamente desconocido, pero con todo el compromiso de ayudar a la población”
“Para mi familia y para mí, la pandemia ha sido muy agotadora, física, emocional y mentalmente. La presión involuntaria de tener la responsabilidad de hacer algo para mejorar la salud de las personas es algo que no deja tranquila. Por otro lado, coordinar el trabajo remoto con mi marido con las cosas de la casa y el cuidado y educación de niños pequeños es un desafío tremendo. Los más chicos lo han pasado mal con el encierro y necesitan atención constante. Me saco el sombrero por el gran trabajo que hacen las educadoras de párvulo y profesores”.
Luis Badilla Alister, Médico Veterinario especialista en Salud Pública, Ejército de Chile

“Al inicio de esta pandemia, debido a que era todo nuevo, debimos aplicar los protocolos dispuestos, más crear otros fruto de nuestras capacidades profesionales y experiencia. Asimismo, con el personal que laboraba, algunos se contagiaron y gracias a D-s se recuperaron”
“Esta pandemia, en el plano profesional, me significado hacer uso de todas mis capacidades técnicas en beneficio de mi institución y su personal. A nivel personal, tomar consciencia día a día del peligro de contagiarse, hasta hoy. En el plano espiritual, agradecer a D-s por estar sano, ayudar y rezar por el bienestar de mi familia y mi comunidad, y auto enriquecerse al estar sometidos a restricciones, privación de salir, permitiéndome pensar en mi vida, en la vida y aprender a relacionarlo y llevarlo de manera armónica”.
Daniel Pupkin, cirujano dentista, Clínica privada

“Creo que la situación del gremio de la salud ha sido loable durante la pandemia. Los dentistas siempre hemos estado acostumbrados a trabajar con riesgos, ya sea el VIH, la gripe aviar o el N1H1, por lo que hemos seguido atendiendo con todas las medidas de seguridad en la pandemia”.
“Lo más desafiante fue lograr que los pacientes tuviesen la confianza que nuestras clínicas cumplían con todos los protocolos para prevenir el COVID19. Gracias a D-s mis pacientes confiaron en mí y en mi equipo y nos mantuvimos trabajando durante toda la pandemia”.
Daniel Skorka Dvash, medicina interna, Red Salud Santiago

“El debate del paradigma de la “Última cama” estuvo presente de forma reciente hace unos pocos meses y significó muchísima presión considerando la opción de priorizar los criterios de ingreso de los enfermos a las pocas camas UCI disponibles. En ese sentido, creo que el desafío más importante fue participar en conjunto al Ministerio de Salud como eje motor de la reconversión de las camas de mi servicio, donde logramos aumentar la disponibilidad en más de un 200% justamente en vistas de no dejar a ninguna persona sin posibilidad de asistencia ventilatoria de así requerirse.
“Todo el equipo de trabajo merece mi respeto. Mediante un trabajo en equipo trabajamos y seguimos trabajando para lograr rehabilitar a todos nuestros pacientes. Hubo momentos tristes, donde nos tocó despedir a muchos pacientes, incluso a familias, no obstante nos sobrepusimos con mucha esperanza, dolor y tristeza para seguir dando una mano a aquellos que nos necesitaban”.
David Aizencop, cirujano dentista, Centro de Especialidades Odontológicas, Municipalidad de Las Condes

“Desde mi experiencia, el personal de salud se ha desempeñado en forma excelente. Se realizaron procedimientos odontológicos de urgencia en turnos éticos y también una redistribución de roles y funciones, como el apoyo en estaciones de vacunatorio y en los triages (manejo de los flujos de pacientes) en otros centros de salud de la comuna. Asimismo, se trabajó en conjunto en la planificación de estrategias de atención con otros integrantes del equipo de salud. Cabe destacar la entrega y la buena disposición de todo el personal sanitario para resolver estos nuevos requerimientos”.
“A nivel personal, esta pandemia significó un cambio total en la manera de pensar y percibir la vida. He aprendido que se tienen varias habilidades desconocidas y que suelen mostrarse en los períodos de crisis e incertidumbre. Que se debe estar dispuesto y se puede aprender cosas nuevas (¡La neuroplasticidad existe!). Que hay que dejar de complicarse y preocuparse por cosas externas que no dependen de nosotros. Que la vida es frágil, y por lo mismo, hay que vivir de manera más sencilla y amable. La oportunidad de estar con la familia en diferentes momentos, que en condiciones normales no sería posible. Que tu trabajo -cualquiera que sea- debe estar enfocado al beneficio de los demás. Al dar a los demás, también te estás dando a ti. Que hay que estar agradecido con todo lo que D-s te entrega”.
Patricia Glaser, médico pediatra oncóloga, Hospital Militar, Red salud providencia y Parque Arauco

“Ha sido muy duro en los hospitales y clínicas del país sobre todo en los servicios con pacientes hospitalizados por COVID y también en los servicios que tuvieron que convertirse para poder atender a estos pacientes, mientras los profesionales debieron orientarse y aprender el manejo de pacientes que nunca habían tratado”
“Lo más desafiante, como oncóloga, fue decidir que mis pacientes en tratamiento en Santiago y que eran de regiones tenían que traslada
“En cierta manera a todos nos repercutió, aunque gracias a D-s no se enfermó nadie grave en mi familia, igual trastoco planes y el sistema de vida que llevábamos, dejar la comunidad -en nuestro caso Aish Hatora- a la que asistíamos semanalmente y acostumbrarnos a las actividades de todo tipo por Zoom”.
Alan Sirebrenik Gateño, médico general, Urgencia Adultos Hospital Dr. Sótero Del Río

“Creo que de las cosas más desafiantes fue comenzar mi vida laboral de 0 a 100, desde la inexperiencia, siendo un médico recién egresado, en un contexto de mucha demanda, estrés, ignorancia e incertidumbre. Trabajando a contrarreloj, y siendo en parte, responsable de la toma de decisiones fundamentales. Nunca me imaginé lo que sería vivir una pandemia y mucho menos trabajar durante una”.
“También fue complejo combatir una infección para la cual sabemos no hay tratamiento curativo sino solo de soporte, y donde las guías eran en un principio muy cambiantes y se actualizaban mes a mes con nuevos tratamientos”.
“Y sin duda lo más difícil que me ha tocado, es ser yo quién notifique malas noticias a un paciente, y/o a sus familiares. Verlos recibir la noticia de que las cosas no iban bien, que iban a ser probablemente intubados durante esa tarde, que no les podía asegurar que volverían a ver a sus seres queridos, verlos despedirse por videollamada (ya que las visitas estaban, y siguen estando, restringidas), que su familiar/amigo había fallecido… Es algo muy potente, para lo que “te preparan” o te intentan preparar, pero para lo que sientes que nunca estás listo, y nunca quisieras que te toque”.
Shirly Freidzon Miniovich, cirujano dentista, Consulta privada y CESFAM Rosita Renard

“Hemos tenido que vivir grandes cambios, sobre todo en el área dental, donde estamos siempre expuestos a aerosoles (que es la forma en cómo se traspasa el virus). Desde cambios en el vestuario, protocolos de ingreso de los pacientes, tratamientos, ventilación especial, entre otros. Estuvimos muchos meses sin poder realizar tratamiento, únicamente urgencias y había veces que no todas se podían hacer. Personalmente en agosto volví a trabajar y tuvimos que incorporar nuevos protocolos, los cuales cambiaban seguido. Tuve que estar actualizándome a diario, leyendo y participando en cursos los meses que estuve sin poder ejercer para llegar preparada y ofrecer una atención segura tanto para los pacientes como para mí”.
“Creo que el rol del personal de salud ha sido vital para enfrentar la pandemia. Se ha mostrado un nivel de profesionalismo gigante pero también una saturación respecto al trabajo de los mismos. A todos nos ha afectado emocionalmente el COVID, pero que además tengas que dedicar tu vida para salvar otras, es algo que necesita más que aplausos”.
Liat Navon, odontóloga, CESFAM Salvador Bustos, consulta particular

“El personal de salud ha tenido un desempeño excelente y ha sido muy duro porque nos hemos tenido que reajustar. Por ejemplo, en mi caso, trabajé en un callcenter de ayuda a los pacientes, donde se entregaban remedio y alimentos, se respondían preguntas sobre COVID y se solicitaban horas médicas. Era un área completamente fuera de lo que yo hago, pero me acostumbré”.
“Fue duro recibir los llamados de personas mayores que estaban muy tristes, solas y llamaban buscando contención, o que se sentían mal y no sabían qué hacer. Vi un daño en la salud mental de esas personas”.
“A pesar de esto, a nivel laboral, califico esta experiencia como una oportunidad, siempre estuve agradecida de poder colaborar y aprender”.
Helly Einisman, pediatra broncopulmonar, Hospital Josefina Martínes, Pediatría el Alba

“En nuestro hospital nos aislamos para que no entrara el virus, tuvimos un pequeño brote el año pasado con cinco niños contagiados, pero que anduvieron bastante bien a pesar de tener enfermedades respiratorias de base. Así nos mantuvimos hasta hoy, lo que fue muy difícil, porque sus padres no los podían visitar. Por un lado, estábamos seguros pero por otro ver a estos niños que ya están en una situación compleja, además no poder recibir las visitas de sus padres, informarles por teléfono y escuchar su angustia de no poder ver a sus niños, eso fue bastante difícil”.
“A nivel personal, el año pasado hubo seis meses en que tuve mucho trabajo, pasaba todo el día afuera viendo pacientes, pero echaba de menos a mis hijos y ellos a mí. Estaban con su papá, pero sabía que habían situaciones desafiantes para ellos y para él, y yo no podía estar con ellos. Eso fue difícil. También no poder ver a mi mamá, mi hermano, la familia de mi marido. Pero dentro de todo, gracias D-s, no tuvimos a nadie enfermo de COVID”.
Carol Czerny, nutricionista clínica, Clínica BUPA Santiago

“Nadie estaba preparado para una pandemia de esta magnitud, al principio estábamos súper asustados y no sabíamos cómo reaccionar. Llegó un momento en que llegamos a un colapso, en que habían pacientes hospitalizados en los pasillos en los diferentes centros, en que tuvieron que cerrar puertas de las urgencias colapsadas, con personal sobrepasado. Ahora, con el tema de la vacunación y cuando ya conocimos estudios sobre cómo manejar la pandemia, se pudo mejorar el manejo pero siempre con ese nivel de estrés al máximo”.
“Para mí, esta pandemia ha significado crecimiento, tanto a nivel personal como profesional. En lo profesional, porque tuvimos que contenernos mucho entre nosotros, somos un personal absolutamente cansado, que no tuvimos ningún día libre, que no pudimos ver a nuestras familias. Tuvimos que ser contenernos y apoyarnos, a mí me tocó ser TENs, enfermera, fonoaudióloga, kinesióloga, hacer más de mi trabajo. Ahí se notó el trabajo en equipo, integral, en el que todos los profesionales de la salud son importantes”.