Dos expertos comunitarios en la comisión para la vacuna COVID19
Por LPI
Tal como se señala en el sitio web del ministerio, este comité responde a la estrategia que “busca garantizar el suministro oportuno y equitativo de una vacuna segura y efectiva para el COVID19 mediante la colaboración internacional en ensayos clínicos, gracias al talento, la capacidad y experiencia de nuestra comunidad científica en la realización de este tipo de pruebas”.
Pero, ¿cómo está trabajando este comité? ¿Qué vacunas están evaluando y qué características son las que se buscan en ellas? ¿Y cuáles son las etapas que debe cumplir el análisis que realizan, hasta llegar a la vacunación masiva contra el COVID19 en Chile? Conversamos con dos de los expertos que integran esta comisión -que además son renombrados investigadores y profesionales comunitarios- el Doctor en Bioquímica Mario Rosemblatt, y el Ingeniero y MBA David Farcas, sobre su labor y expectativas respecto de este proceso.
“Lo que interesa evaluar es la capacidad de estas vacunas de generar memoria inmunológica, lo que es muy importante”
El Doctor Mario Rosemblatt es Bioquímico de la Universidad de Chile, PhD en Wayne State University y Post Doctorado de la Universidad de Harvard. Trabaja en esta especialidad desde 1972, específicamente en el área de la inmunología. Es fundador y Director Ejecutivo de la Fundación Ciencia y Vida, y profesor de inmunología de la Universidad de Chile y de la Universidad San Sebastián.
¿En qué momento y en qué contexto lo contactaron para sumarse a la comisión que está investigando las vacunas para el COVID19?
-Eso es para mí un enigma, pero en algún momento me llamó el Ministro de Ciencias, Andrés Couve, a quien conozco hace muchos años porque somos colegas, trabajamos en un área similar, él también es biólogo. Me contactó para pedirme que pasara a formar parte de este comité y yo acepté con mucho gusto. Eso fue a principios de junio, aproximadamente.
¿Cuál fue la misión que le encomendó el ministro al integrarse a este comité?
-La misión del comité, no es la mía personal, es revisar las distintas opciones de vacunas que hay en estos momentos en oferta para que Chile pueda acceder, analizarlas desde el punto de vista científico técnico e informar al Gobierno acerca de lo que este comité piensa que serían las opciones de vacunas para la población. Este es un comité interministerial, presidido por el Presidente de la República, donde están el Ministerio de Ciencias, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Entonces, nosotros les vamos a entregar -todavía no hemos llegado a ninguna conclusión, estamos en el período de estudio pero vamos avanzando rápidamente- los resultados de lo que nosotros creemos son las mejores opciones de vacunas para este virus.
Han circulado informaciones que dan cuenta de que ya va a comenzar una fase de prueba de una vacuna.
-Sí, pero eso no pasó por el comité, pasó indirectamente si tú quieres, lo hemos conversado y discutido, pero este es un convenio que firmó la Pontificia Universidad Católica, PUC, con la empresa China Sinovac, para probar la vacuna que ellos están produciendo.
¿Cuál ha sido la metodología de trabajo del comité? ¿Cómo, por ejemplo, han seleccionado las vacunas de las que han investigado y qué características han tenido en consideración?
-Bueno, hay mucha información a nivel de las revistas científicas acerca de las distintas vacunas que se están desarrollando en el mundo, algunas han llegado a los períodos más avanzados de ensayo. De manera que uno se informa más que nada a través de la literatura científica, y posteriormente se hace contacto con los directivos de las distintas empresas que están desarrollando las vacunas, ya sea directamente a través de integrantes de este comité o a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, de los embajadores, quienes en muchos casos han hecho gestiones directas para poner en contacto a los desarrolladores de vacunas con nuestro comité. Y nos juntamos con ellos, a través de Zoom, todas las semanas tenemos dos, tres reuniones con distintas empresas que están desarrollando vacunas, y nos cuentan en qué están, cómo se está avanzando con el desarrollo, si hay que entregar más información se firma un convenio de confidencialidad entre nuestro consejo y la empresa, de manera de tener la información científica a mano para poder tomar decisiones.
Son muchas las empresas con las que hemos conversado, pero estamos conversando que -por las capacidades que tiene Chile- si vamos a evaluar algunas vacunas, van a ser unas tres o cuatro. Hay que pensar que cada ensayo de Fase Tres de la vacuna, con voluntarios, necesita alrededor de tres mil personas y toda una infraestructura hospitalaria, vacunatorios, enfermeras, en fin, y no tenemos la capacidad para más que eso. Algunas vacunas no vamos a tener que ensayarlas, se están ensayando en Inglaterra y Brasil, y algunas empresas norteamericanas están ensayando en Estados Unidos, y esos resultados van a ser comunicados en la literatura científica, entonces vamos a tener información de cómo han resultado los ensayos.
¿Qué es lo que se evalúa de la vacuna en la fase de ensayo?
-Lo que se evalúa es la efectividad de la vacuna de poder producir anticuerpos contra el virus, que los anticuerpos neutralicen al virus y que además se produzca inmunidad celular. Los voluntarios van a ser evaluados por aproximadamente un año, entonces -en todo ese tiempo- lo que interesa evaluar es la capacidad de estas vacunas de generar memoria inmunológica, lo que es muy importante.
¿A qué se refiere con memoria inmunológica?
-El sistema inmune tiene memoria, esta memoria consiste en que -cuando nos encontramos con un patógeno o cuando nos vacunan- el sistema inmune reconoce al patógeno, no solo se generan células que van a ir a eliminar el patógeno pero también se generan células que recuerdan al patógeno durante un largo tiempo, algunas durante toda la vida. Por ejemplo, la vacuna contra el sarampión se usa una vez y quedas protegido para toda la vida. Lo mismo la vacuna contra la tuberculosis. Y eso sucede porque hay células que recuerdan al patógeno y cuando se encuentran con él por segunda vez, reaccionan rápidamente y lo eliminan.
¿Qué viene después de la fase tres, si alguna de la vacuna tiene buenos resultados?
-Si la vacuna resulta efectiva y no tiene efectos secundarios, se empieza a vacunar a la gente, se empieza a inmunizar a las poblaciones más vulnerables, partiendo por el personal de salud -que son los que están más expuestos- y luego los adultos mayores y personas que tienen alguna condición de salud que puede agravarse con el virus, como obesidad, hipertensión o diabetes.
No se necesita llegar al universo total de la población, por ejemplo en el caso de la vacuna china se están garantizando 10 millones de dosis. Si tú vacunas a esa cantidad de personas, vas a tener la inmunidad de rebaño, que hace que como hay una población que está inmune, es más difícil para el virus poder actuar, y si alguien se infecta, probablemente las personas que están alrededor estén inmunes.
¿Cómo ha sido la experiencia de participar en este comité, en términos profesionales y personales?
-Primero que todo, he tenido oportunidad de conocer nuevos colegas y he aprendido montones sobre cómo funciona el mundo de las vacunas, que no era mi expertise, yo he trabajado toda mi vida haciendo investigación en inmunología más básica, más fundamental, acerca de cómo funciona el sistema inmune. Me ha servido más que nada como una experiencia y un aprendizaje, conocer a estos colegas y ver como funciona el mundo de las vacunas.
“La meta es muy pragmática: que tengamos vacuna para todos los chilenos”
El padre de David Farcas fundó, a fines de los años ’70 y junto a tres socios, la empresa Centrovet, siendo Químico Farmacéutico y Bioquímico. David, por su parte, es Ingeniero Industrial y estudió negocios. “Un perfil poco común en la industria de salud”, según comenta.
“Nosotros creamos una empresa farmacéutica dedicada a la salud animal y, aproximadamente, en el 2005, hicimos una apuesta muy importante: hacer que la investigación y desarrollo (I&D) fuera el corazón de la empresa, no un departamento. Eso nos permitió -después de mucho tiempo y varios fracasos- pasar a ser uno de los principales proveedores de fármacos y vacunas para salmones, aves y cerdos en el país. Hoy, en Centrovet trabajan en total 400 personales, 60 de los cuales trabajan en I&D, y competimos con las principales empresas farmacéuticas mundiales”.
¿Cómo te contactaron para ser parte del Comité de Asesores Científicos para la búsqueda de una vacuna COVID19?
-Me llamó el ministro Andrés Couve porque un amigo en común le comentó que nosotros éramos de los qué más experiencia práctica podríamos tener en el negocio de vacunas. En Chile hay muy buenos laboratorios que producen fármacos, pero somos muy pocos los que estamos en el negocio de las vacunas.
¿Cuál es la labor de este comité y en qué ha consistido tu participación en específico?
-La tarea es identificar y evaluar opciones promisorias de vacunas en desarrollo a nivel internacional, y establecer alianzas para realizar ensayos clínicos en Chile, y al mismo tiempo lograr condiciones de suministro preferente en las vacunas para el país. El Comité de Vacunas COVID19 es un órgano asesor de los ministerios de Ciencias y Salud, no tomamos decisiones.
El equipo está formado por los principales investigadores en vacunas a nivel nacional, y mi rol principal ha sido de coordinador de la agenda de trabajo. Además, trato de traer pragmatismo a las conversaciones, con la idea que las transformarlas lo más rápido posible potenciales acuerdos y en planes de acción. La meta es muy pragmática: que tengamos vacuna para todos los chilenos.
Según se lee en la prensa, ya se hizo una selección de vacunas a probar, ¿bajo qué criterios se hizo esta elección?
-Los criterios son muy pragmáticos, de priorización, con un énfasis en los aspectos técnicos. Primero, que sea segura y efectiva; para eso vemos la información de quien la produce, qué tipo de vacuna es, cual fue la tecnología usada, quien la produce, y los resultados de los estudios que han hecho de la vacuna candidato. También es muy importante entender qué gana nuestro país y nuestra población, y -lo que más le importa a las personas- cuándo estarán las dosis, en qué plazos y con qué costos.
Queremos tener, idealmente, cuatro muy buenas vacunas para los chilenos.
¿Qué tan optimista eres respecto de que se pueda encontrar una vacuna efectiva contra este virus? Y si se encuentra, ¿cuál es el protocolo que se va a seguir desde el hallazgo hasta que se pueda usar en la población en Chile?
-Esa es la mejor pregunta. Yo personalmente soy muy optimista en todo en mi vida. Hay que entender que, en general, una vacuna demora cinco años en ser desarrollada, y muchas veces los desarrollos se caen. La tasa de éxito es más o menos 20%, o sea 1 de cada 5 vacunas que se desarrollan tiene éxito.
Es protocolo es lograr demostrar que sean seguras y efectivas para prevenir las infecciones COVID. La primera etapa va a ser buscar voluntarios entre los trabajadores de la salud, y la prueba debería demorar en su primera etapa seis meses.
Soy optimista, y estamos trabajando con mucha presión para que nos vaya bien. Es posible que nos demoremos más, pero vamos a logarlo.