Bomberos chilenos, voluntarios comunitarios
Patrimonio judío:
Por LPI
De Lima, visualizando que la masonería no prosperaría en el país de no realizar sus actividades en el idioma local, creó -en 1853- la Logia “Unión Fraternal”, que a diferencia de sus predecesoras tenía la dispensa de trabajar en castellano y contar con un Venerable Maestro que no tenía nacionalidad francesa. Esto dio pie a que, en 1862, se creara la Gran Logia de Chile, razón por la cual se reconoce a Manuel de Lima como fundador de masonería chilena.
Pero éste no sería su único legado a Chile. En 1851, De Lima participó en la fundación del Cuerpo de Bomberos de Chile. De acuerdo a lo que consignó el académico e investigador Gunther Bohm, en su libro “Manuel de Lima, fundador de la Masonería chilena” (2003), estando en Valparaíso, Manuel de Lima y Sola ingresa al Club Alemán, y es además socio fundador del Cuerpo de Bomberos en 1851 donde participó activamente en los ejercicios de la Segunda Compañía “La Germania” del puerto.
Años después, en 1955, un grupo de miembros de la comunidad judía de Santiago vio la necesidad de crear una Compañía de Bomberos en la comuna de Ñuñoa, donde residía una buena parte de las familias judías de la ciudad. Inicialmente, la Quinta Compañía de Bomberos “Bomba Israel” funcionó al alero de la Segunda Compañía de Ñuñoa, para luego -con Alberto Jodorkovsky como primer Capitán- independizarse y pasar a ocupar el edificio de Avenida Grecia que es su sede hasta el día de hoy y que fue adquirido gracias a las donaciones de miembros de la colectividad judía.
Como se relata en su sitio web, www.bombaiisrael.cl, con la llegada del primer carro, el Reo, se inició un constante proceso de “Superación” – lema que desde sus inicios lleva la compañía– “en el cual los voluntarios debieron capacitarse constantemente para entregar la ayuda apropiada a quien la requiriera. Es así como inician los primeros años de historia, y a lo largo de ellos, ha sido constante preocupación de Bomba Israel mantener siempre tecnología avanzada y de alta calidad al servicio de la comunidad; por ejemplo, nos convertimos en la primera compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa en poseer un carro de rescate. Pero aún más importante que las herramientas y los carros, es el equipo humano, que debe estar altamente calificado para atender las necesidades del servicio. Por esta razón, al cumplir 13 años, edad simbólica dentro del Judaísmo, el 5 de agosto de 1967, se fundó la Brigada Juvenil Bomba Israel, idea pionera en el país y que años después sería imitada a lo largo de éste”.
Cabe destacar, también, a la 15ª Compañía de Bomberos de Valparaíso, “Bomba Israel”, que cuenta entre sus filas a miembros de la comunidad judía de la Quinta Región y que -desde su fundación, en 1973- mantiene un estrecho vínculo con instituciones comunitarias.