Un retrato de la subcultura del abuso
Por Giafranco Ragliantti
Supe de “I may destroy you” a propósito de aquello. Un guionista a quien sigo en twitter mencionaba que era la mejor serie que se había hecho sobre la cultura de la violación.
¿A qué apunta este concepto? A la normalización en nuestra sociedad de la violencia sexual que sufren las mujeres. Un ejemplo: el hecho de que hasta hace algunos años fuera habitual escuchar que hombres buscaban darles alcohol a las mujeres para aprovecharse de su estado de embriaguez (y que eso haya sido una gracia y no algo reprochable). Es más, es probable que en algunos círculos esto siga ocurriendo, incluso hoy. Una muestra de lo frecuentes que eran este tipo de actitudes la encontramos en la película “Promedio Rojo” (del 2003): cuando se estrenó, nadie cuestionó que un consejo del abuelo sabio a su nieto fuese “aprovecha, métele mano”, interpelando al protagonista a toquetear a la compañera que le gustaba, sacando ventaja del hecho de que estuviera durmiendo un poco borracha.
Era tan “divertido” en esa época, que eso incluso aparece en el tráiler (lo pueden ver en Youtube).
De cualquier forma, no sé si IMDY es la mejor serie sobre el tema (no he visto tantas), pero sí es indiscutiblemente más interesante que “13 reasons why” (disponible en Netflix).
Si “13 reasons why” (al menos en su primera temporada, que fue la única que soporté) buscaba constantemente sorprender a punta de giros efectistas, apostando por un desenlace que se suponía inesperado, pero sacrificando para ello cualquier atisbo de verosimilitud; “I may destroy you” (IMDY) pone sus fichas en las sutilezas, en el humor y en la autenticidad de los personajes y la subcultura que busca retratar.
Escrita, protagonizada y codirigida por Michaela Coel (de apenas 32 años), IMDY cuenta la historia de Arabella, una escritora millennial y hípster que, tras salir a carretear con uno de sus amigos, despierta con su celular roto, una herida en su cabeza y algunos recuerdos breves que ella cree que son inventados. O, en realidad, quiere creerlo, porque esos recuerdos darían cuenta de que fue violada.
Pero pese a la crudeza del tema relatado, IMDY logra un equilibrio cautivante en el tono. Respeta lo suficiente a las víctimas como para no burlarse de aquello que es serio (su propia autora vivió un episodio semejante), pero se enfrenta con desparpajo a absolutamente todo lo demás, alejándose de la solemnidad que convierte a “Unbelievable” (otra serie sobre violaciones aclamada por la crítica) en un drama con tintes de thriller. IMDY, por el contrario, se define como una comedia-drama, demostrando que el humor no va en detrimento de la posibilidad de abordar temas serios y complejos, sino que, muchas veces, es la herramienta perfecta para hacerlo y sublimar el dolor.
IMDY se estrenó en junio en Inglaterra y Estados Unidos, pero desde ya está siendo catalogada como una de las mejores series del año. Acá en Chile se puede ver por HBO.