La Conciencia verde y la sustentabilidad de nuestros tiempos
Por Rabino Lucas “Pato” Lejderman
Nuestros sabios aprenden de este verso una prohibición general llamada “No destruir en vano- Baal Tashjit”: no solo los árboles no deben ser destruidos, sino todo lo que tiene un beneficio. Y no solo en la guerra, sino en todas partes y en cualquier momento. Esto requiere que miremos con sensibilidad todos los objetos del mundo y tengamos cuidado de no destruirlos.
Hace un poco más de un siglo, antes de la consciencia ecológica de hoy en día, que una vez le pidió a su alumno que escribiera unas líneas para él, el alumno casi comenzó a escribir en la parte superior de la página. Pero Hazon Ish pidió que comenzara en la parte inferior de la página, para poder cortar esa parte, y aún le quedaba media página vacía, para más tarde usar.
“Dice el discípulo: aprendí de él cuánto se debe utilizar cada recurso, cuánto se debe vivir con delicadeza y conciencia hacia el mundo”. “A veces veo a una persona que se sienta en un evento y toma unos vasos desechables en una noche, solo por diversión. Baal Tashjit es un mandamiento general y todos deberían pensar cómo lo aplica en su vida”.
La llegada del mes de Elul representa la capacidad humana de intentar dominar el tiempo. Este dominio no es un control ya que el tiempo es por naturaleza autónomo e insubordinado. A diferencia del intento frecuente de la civilización de restringirlo y subyugarlo, ya sea en agendas o en aparatos electrónicos cuya función es acelerar las cosas, Elul representa una relación distinta con el tiempo.
El dominio reverencial que Elul intenta ofrecernos a lo largo del tiempo es del mismo orden que el Shabat. El tiempo sólo se presta a ser cómplice si sabemos atribuirle un valor o una esencia. “Si aprendemos a no desperdiciar, a no destruir en vano, como metáfora una especie de Baal Tashjit del temporal.”
Esta posible asociación es tan real que el tiempo admite que sepamos hacerla larga o ligera. Todo dependerá de la relación y del cariño que le demos. Un evento tedioso y el tiempo será lento, interminable. Un evento intrigante y que invita a la reflexión y el tiempo pasará volando. Un tiempo profundo y se congelará y un tiempo superficial y se desperdiciará.
Elul es la preparación para Shabat shabatón (los Iamim Noraim), para un tiempo paradójico que es una mezcla de lo instigador que te acomete y lo profundo que te paraliza. En este tiempo que se derrumba y se vuelve más reverberante que el flujo temporal de la vida cotidiana, nos enfrentamos a la experiencia de estar frente a nosotros mismos. No es un encuentro con nosotros mismos como sucede frente al espejo. Allí, en medio de las tareas rutinarias de cepillarnos los dientes, o peinarnos y revisar nuestra apariencia, estamos presentes solo en la impresión y la apariencia. Elul es el momento de tomar el peso del tiempo. Es el espacio temporal que no se puede desperdiciar. Es cuando descubrimos que estar delante de sí mismo implica estar delante de Dios. Y este es el mayor impacto de este mes que se deja diferenciar. La vida ante ti, tu reflejo ante ti, y el rostro del Creador, como en ningún otro momento, ante ti. Un tiempo distinto donde es posible un encuentro único entre criatura y Creador.
Pero eso solo es posible si APROVECHAMOS nuestro tiempo.