“El esfuerzo de las comunidades ha sido brutal en términos de acercarse a la gente, y el desafío es cómo mantenerlo en el tiempo”
Por LPI
Conversamos con Alan para conocer sus impresiones respecto a cómo la comunicación digital ha evolucionado y crecido dadas las actuales condiciones de cuarentena, y qué aspectos de este desarrollo cree que permanecerán en el futuro próximo. Es decir, cómo los tiempos actuales nos obligaron a cambiar, pero para mejor.
¿Qué crees que nos puede dejar esta pandemia, esta cuarentena, en cuanto a nuevas formas de comunicación?
-Yo creo que hubo un crecimiento exponencial en las plataformas de video, donde inclusive ciertos grupos etáreos, como adultos mayores, que nunca se habían involucrado en éstas, hoy en día para sentirse acompañados -entre otras cosas- se sumaron. Además, esto apuró mucho el tema dentro de las oficinas respecto de la necesidad o no de reunirse en persona. Efectivamente, se aceleró el desarrollo del Home Office, gracias a todas estas herramientas que de alguna forma te permiten estar conectado.
¿Crees que, de cierta forma, esta dinámica de comunicación y relación a través de plataformas digitales llegó para quedarse?
-Yo creo que en el mundo corporativo llegó para quedarse, desde dos puntos de vista: uno, validando que el Home Office se puede implementar, con el desafío de cómo las empresas mantienen la cultura y el espíritu que enarbolan cuando no están todos físicamente en una misma oficina o lugar. Transmitir las culturas organizacionales va a ser una tarea relevante, pero dándose cuenta de que quizás no se necesitan tantos metros cuadrados de oficinas, que hoy en día eso es mucho más prescindible. Y, en segundo lugar, creo que esto va a acelerar el cambio en un montón de cosas que antes se hacían de manera presencial, que implicaban -por ejemplo- muchos viajes por temas de trabajo, y que hoy en día la gente -entendiendo que el día de mañana puede aparecer cualquier otra pandemia- lo va a restringir mucho más.
Y en lo comunitario, ¿te parece que podríamos llegar a hablar de “Home community”?
-A ver, yo creo que esto es una oportunidad de acercar gente a la comunidad que antes, por distintas razones -por ubicación geográfica, o porque tal vez por trabajo- les tocaba vivir lejos y les costaba tener un acercamiento. Obviamente que esto ayuda a incorporarlos y a hacerlos sentir parte. El esfuerzo de las comunidades ha sido brutal en términos de acercarse a la gente y el desafío es cómo mantenerlo en el tiempo. Pero claramente esto acercó mucho más a la gente y las instituciones vieron la posibilidad de tener mucha más visibilidad y estrechar los vínculos.
¿Qué hay la brecha generacional en lo digital, crees que se acortó?
-Esto forzó un montón de cosas. Para que te hagas una idea, el E-commerce en Estados Unidos creció lo mismo en los últimos tres meses que en los últimos diez años. Se aceleró una transformación digital, en especial en segmentos que iban más lento, probablemente porque no necesitaban ir más rápido. Hay barreras que claramente esta pandemia ha derrumbado y la tecnología ha tomado un rol muy importante para acercar a las comunidades a sus socios o miembros en general.
En lo personal, ¿cómo has vivido tu vida en familia y tu vida judía en este período?
-En lo persona he tenido la oportunidad de aprender mucho más, porque justamente puedo encontrar el tiempo de participar en actividades comunitarias online, en clases de Torá online, que probablemente antes -con el día a día- no podías hacerlo. Esto ha liberado un tiempo que la gente ha utilizado para distintas cosas, y mi caso lo he ocupado para desarrollar más mi aprendizaje en torno al judaísmo.